Los psicodélicos podrían salvar a una generación de australianos de la adicción a los antidepresivos

Nuevos datos demuestran que toda una generación de hombres australianos consume más psicotrópicos que nunca para combatir una serie de trastornos mentales. Aunque celebremos que los hombres tomen medidas para mejorar su salud, ¿se están exponiendo a un riesgo innecesario de adicción, y podría la postura de Australia, líder mundial en psicodélicos, ofrecer un mejor camino a seguir?


Hemos estado pendientes de la historia de los psicodélicos y la salud mental desde el principio, manteniéndote al tanto de cada giro en el viaje de las drogas, de pasatiempo hippie a revolución sanitaria, cuestionando el coste real de las terapias psicodélicas, e incluso probando una o dos nosotros mismos...

Pero en esta Semana de la Salud Masculina, nos gustaría decirte que los psicodélicos podrían ayudar a salvar a una generación de hombres australianos de la adicción o, como mínimo, de una vida de dependencia de los medicamentos psicotrópicos. Los medicamentos "psicotrópicos", que se recetan con regularidad para combatir diversos problemas de salud mental, se refieren a cualquier medicamento que altere activamente el estado mental de una persona e incluyen (pero no se limitan a) los antidepresivos y la medicación para el TDAH.

En un estudio realizado por la Universidad de Monash, los investigadores han descubierto un preocupante aumento de la dispensación de medicamentos psicotrópicos a adolescentes en Australia. El estudio reveló que la tasa de dispensación de medicamentos psicotrópicos en 2021 era el doble que en 2013 y mostró que la prevalencia general de dispensación de medicamentos psicotrópicos a niños y adolescentes en 2021 era del 6 % de los varones, frente al 3,4 % en 2013.

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El estudio también puso de relieve que en 2021 la dispensación de psicoestimulantes, utilizados principalmente para tratar el TDAH, fue mayor entre los adolescentes varones. El profesor asociado Luke Grzeskowiak, autor principal del estudio, hizo hincapié en la urgencia de investigar las razones de estos aumentos sustanciales en la dispensación de fármacos psicotrópicos:

"Aunque los psicofármacos pueden ofrecer beneficios a los niños y adolescentes con trastornos mentales, su eficacia y seguridad en los jóvenes siguen siendo objeto de debate."Profesor asociado Luke Grzeskowiak

Y es este debate en directo lo que nos preocupa: no sólo algunos estudios demuestran que hasta dos tercios de las recetas de antidepresivos -como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)- podrían ser necesarias en primer lugar, sino que los consumidores pueden volverse muy dependientes de los fármacos. La dependencia física se manifiesta en síntomas de abstinencia como náuseas, temblores y, por ironía o por desgracia, depresión, cuando se dejan de tomar los fármacos tras un largo periodo de consumo.

Sin embargo, puede haber un posible cambio de paradigma en el horizonte para el tratamiento de los trastornos mentales. A principios de este año, la Administración Australiana de Productos Terapéuticos (TGA) dio un paso importante para que la MDMA y la psilocibina sean más accesibles con fines medicinales. A partir del 1 de julio de 2023, estas drogas pasarán de la Lista 9 de "Sustancias Prohibidas" a la Lista 8 de "Medicamentos Controlados", lo que allanará el camino para su uso en el tratamiento de enfermedades como la depresión.Los psicodélicos podrían salvar a una generación de australianos de la adicción a los antidepresivos

El profesor Robin Carhart-Harris es pionero de la terapia psicodélica. Imagen: Imperial College London

Según el profesor Carhart-Harris, reconocido experto en terapia psicodélica, los psicodélicos poseen una mayor capacidad para aliviar la depresión y otros trastornos mentales a largo plazo. Además de ser muy poco probable que causen algún tipo de adicción o dependencia, no dependen de las expectativas o el deseo del usuario para que la droga funcione; la psilocibina tiene un impacto mínimo en su resultado terapéutico en comparación con alguien que toma ISRS.

En términos más sencillos, para que los ISRS sean eficaces, el usuario debe tener una expectativa positiva de su eficacia. En cambio, con la psilocibina, esas expectativas tienen poco peso. Hasta cierto punto, los ISRS actúan como placebos, mientras que los psicodélicos no, lo que los convierte en una forma de terapia potencialmente más potente. Este fenómeno tiene sus raíces en la "canalización", que asemeja el cerebro a un canal que depende de comportamientos y patrones de pensamiento arraigados para su funcionamiento diario.

Ejemplos de ello son los sesgos negativos observados en individuos con depresión, la fijación en la contaminación y los comportamientos regulados en quienes padecen trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), o la preocupación obsesiva por la imagen corporal y el control de las calorías en individuos con trastornos alimentarios.

A diferencia de los antidepresivos, los psicodélicos tienen la notable capacidad de "secuestrar" la plasticidad inherente del cerebro y explotar su capacidad de cambio para liberarse de estos comportamientos obsesivos y repetitivos.Los psicodélicos podrían salvar a una generación de australianos de la adicción a los antidepresivos

La psilocibina, principio activo de las "setas mágicas", es una de las drogas que se vuelven a clasificar este año. Imagen: ABC

En un entorno altamente regulado y terapéutico, la ingestión de psicodélicos amplifica la comunicación dentro de la corteza cerebral, abriendo nuevas vías para el pensamiento y el comportamiento, lo que aumenta la probabilidad de escapar de una vez por todas de los patrones destructivos, sin necesidad de la prescripción continua de -y la dependencia de- antidepresivos.

En resumen, los australianos recurren cada vez más a los medicamentos psicotrópicos, pero ¿a qué precio? Los riesgos de adicción y dependencia son enormes y ponen en tela de juicio la eficacia y seguridad de estos tratamientos. Afortunadamente, la postura progresista de Australia respecto a los psicodélicos señala una alternativa más prometedora. Al aceptar el potencial terapéutico de sustancias como la MDMA y la psilocibina, podemos ofrecer un salvavidas a una generación atrapada en el ciclo de los trastornos mentales y la dependencia de la medicación.

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