Los expertos en sueño comparten 7 razones por las que estás durmiendo tanto

Si de repente sientes que estás durmiendo o sintiendo somnolencia más de lo que estás despierto, es posible que estés durmiendo demasiado, también conocido como hipersomnia o somnolencia excesiva diurna (SED). La condición se caracteriza, según la investigación, por dormir más de nueve horas al día. El cambio en la energía puede sentirse desconcertante y hacerte cuestionar tu salud física y mental, lo cual los expertos en sueño dicen que es válido.

"Generalmente, las personas no 'de repente' comienzan a dormir demasiado", explica Ed O'Malley, Ph.D., F.A.A.S.M., un especialista en medicina del sueño integrativa. "Este proceso lleva tiempo para acumular un déficit, ya sea a través de una cantidad o calidad del sueño reducida". En otras palabras, tus siestas más frecuentes pueden parecer abruptas, pero es probable que sea un hábito que ha estado funcionando a fuego lento durante un tiempo.

Es bien sabido que el consumo de alcohol interrumpe el sueño. "El uso excesivo de alcohol, o incluso el consumo social, puede perturbar regularmente el sueño y reducir su cantidad y calidad restauradora", dice O'Malley. Las drogas asociadas con la mayoría de los trastornos por uso de sustancias también pueden interrumpir la calidad del sueño, según la investigación.

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Incluso el más pequeño corte de tu sueño regular, que debería promediar alrededor de siete a nueve horas, puede provocar SED. "Solo media hora menos cada noche de semana puede llevar a lo que llamamos 'retraso del fin de semana'", o dormir más los fines de semana para compensar el sueño perdido, explica O'Malley.

Puedes pasar ocho o nueve horas en la cama cada noche, pero seguir luchando por mantener los ojos abiertos durante el día. Eso podría significar que no estás relajándote adecuadamente (es decir, comprometiéndote con demasiado tiempo frente a la pantalla, no creando un ambiente de sueño relajante y cómodo), o que tu sueño se ve interrumpido por una condición médica, uso de sustancias o un compañero de sueño disruptivo, dice Dr. Winter.

Créelo o no, existe tal cosa como hacer ejercicio en exceso hasta el punto de interrumpir el sueño. "El sobreentrenamiento puede llevar a una ruptura de los procesos restauradores, lo que aumenta la necesidad de sueño", dice O'Malley.

Las dos condiciones de salud más comunes asociadas con la somnolencia excesiva son la apnea obstructiva del sueño y la narcolepsia, según O'Malley. "Otras condiciones médicas que afectan el sistema cardiovascular, alteraciones metabólicas o trastornos endocrinos pueden aumentar la fatiga en general, requiriendo sueño adicional", dice.

Muchas clases de medicamentos pueden causar somnolencia excesiva o interrumpir el sueño, llevando a SED. Los medicamentos incluyen:

• Antihistamínicos
• Benzodiazepinas
• Hipnóticos, antipsicóticos y barbitúricos
• Antidepresivos
• Medicamentos para la presión arterial
• Beta-bloqueadores
• Medicamentos de quimioterapia
• Relajantes musculares
• Opioides
• Medicamentos anti-convulsivos

Esta no es una lista completa y hay un espectro de medicamentos bajo cada clase, algunos de los cuales pueden impactar el sueño más que otros. Si te preocupan los efectos secundarios de tus medicamentos recetados, consulta a tu médico.

"La depresión mayor, episodios depresivos del trastorno bipolar, trastorno de estrés postraumático (TEPT), esquizofrenia, demencia y trastorno de ansiedad general pueden crear fatiga que resulta en una necesidad aumentada de sueño", dice O'Malley.

"Los datos recopilados durante las últimas décadas respaldan un impacto negativo en la salud de dormir demasiado", dice O'Malley. "Tanto dormir poco como demasiado es motivo de preocupación". Es especialmente importante que se evalúe el aumento de la necesidad de sueño por causas subyacentes de trastornos médicos o del sueño.

Es hora de buscar tratamiento cuando dormir más no soluciona el problema, dice O'Malley, por ejemplo, si descubres que ya no puedes pasar el día sin una siesta. "Hay algunos cambios relacionados con la edad en nuestra capacidad de continuar obteniendo el sueño que necesitamos debido a más dolores y molestias, uso de medicamentos y trastornos médicos", explica. "Pero, en general, nuestra necesidad de sueño no cambia significativamente a lo largo de nuestros años adultos y ancianos. Así que si hay un aumento en la necesidad de sueño por la noche o una incapacidad para mantener la vigilia durante el día, es hora de que te evalúes".