Los 7 mejores trucos para cuidar tus dientes

 

3. Pero nosotros también somos humanos como tú y como el que más y sabemos que a veces es difícil resistirse a picar algo entre horas, sobre todo si aún falta mucho para la hora de la cena, por lo que aquí os enseñamos a 'picar bien'. Eso sí, siempre recuerda que cuando comas algo fuera de las comidas principales, tus dientes se expondrán a niveles peligrosos de acidez.

 

 

4. Evitar el azúcar 'camuflado'. La frecuencia en la que nos exponemos al consumo de azúcar puede dañar nuestra dentadura. A veces no somos conscientes de que estamos tomando azúcar porque éste se encuentra escondido en ciertos productos tales como los zumos de fruta aparentemente naturales (pero con azúcares añadidos), los cereales infantiles que prometen ser una fuente de energía y minerales, y sobre todo, cualquier producto precocinado. Estos últimos contienen ingentes cantidades de sal, azúcar y conservantes. 

Para evitar tomar azúcar, es mejor que nos ciñamos a productos naturales sin 'trampas', como por ejemplo tomar una pieza de fruta o un zumo casero a base de frutas en lugar de tomar un zumo embotellado.

 

Probablemente te gustará que te luzca la salud de tu boca, pudiendo lucir unos dientes blancos y sanos. En ese caso, y sentimos muchos tener que decirlo, pero vas a tener que hacer varios esfuerzos. El vino tinto, el café, el té, los refrescos como la coca cola y el tabaco tiñen tus dientes dejándolos amarillos, marrones o grises; todo en función de cuanto abuses de estos productos. Puedes tomarlos de vez en cuando, pero siempre con moderación y con cuidado, ya que son nocivos. Favorece el cepillado de dientes para evitar la acumulación y el amarilleo de tus dientes y combátelo con blanqueadores naturales como la manzana, el apio, la zanahoria (siempre crudos, claro) o el bicarbonato de sodio aplicado con el cepillo de dientes.

Pero si lo que buscas es tener una sonrisa de anuncio de dentrífico, quizás te interesa someterte a una proceso de blanqueamiento, pero en ese caso igualmente tendrías que dejar tus 'vicios' de lado y pasarte a las bebidas claras y más saludables.

6. Cepíllate los dientes de dos a tres veces al día

Esto está bien discutido, porque idealmente se deben cepillar los dientes cada vez que se come algo, pero dado que vivimos vidas vertiginosas, al menos cumplir con los cepillados de rigos: mañana, noche y, a ser posible, tras el almuerzo. Estos son los mejores momentos en los que lavarse los dientes, priorizando desde luego el momento justo después de comer algo, sobre todo si es ácido (como el zumo de naranja) y el que nunca debe faltar: por la noche antes de dormir; esencual para eliminar los restos de comida y bacterias acumulados a lo largo de todo el día.

Los momentos “críticos” para cepillarse los dientes a diario son dos: la mañana y la noche. Es decir, cuando te levantas y cuando te vas a acostar.

Por la mañana porque la saliva se seca mientras dormimos (y esto produce caries, entre otras cosas), causando mal aliento, y por la noche porque es mejor eliminar los restos de alimentos antes de ir a la cama. Y como tercer cepillado, después del almuerzo, para evitar que se formen las caries o tengamos halitosis.

 

 

Esto es algo que probablemente hayamos aprendido bien a hacer pero pronto hemos empezado a hacer mal al mirar la televisión o hacernos mayores y tener cada vez más prisas. Mucha gente se deja grandes superficies sin cepillar, ya que lo tendemos a hacer de forma totalmente aleatoria y sin poner especialmente atención a lo que estamos haciendo. 

Lo mejor es empezar en una esquinita de la boca e ir cepillando lentamente cada uno de nuestros dientes; sin dejarnos ningún hueco y como si quisieramos cubrir toda la superficie, hasta llegar a la siguiente esquina. 

Hay que cepillar los dientes durante al menos dos minutos, y en lugar de enguajarse la boca, solo deberíamos escupir, de manera que se quede el flúor entre nuestros dientes haciendo efecto.