Llevas años 'usando mal' las bebidas isotónicas
Por qué deberías de dejar de tomar bebidas isotónicas
Llevamos años conviviendo con estas bebidas de colores que son anunciadas como la bebida ideal para tomar después de hacer deporte pero, ¿es esto cierto? Depende.
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Al asociar estas bebidas con el deporte, la población ha entendido que se trata de una bebida saludable –porque eso es lo que la publicidad ha querido que entendamos–, lo que nos ha llevado a tomarla como una opción sana después de haber hecho ejercicio, o incluso un sustituto de los refrescos –mucho menos saludable y con mucha más azúcar, en teoría–. En cambio, esto es puro marketing.
Es cierto que las bebidas deportivas previenen las deshidratación y te ayudan a recuperarte después del ejercicio, pero la información que no dan estas marcas es que estos beneficios están comprobados solo en deportistas de élite, cuyo desgaste físico es mucho mayor al que puede tener una persona normal después de salir del gimnasio o de jugar un partido de fútbol. Por eso, si no eres un deportista de élite, consumir estas bebidas de forma habitual es un error.
Su alto contenido en sodio puede tener consecuencias negativas en nuestra salud. Además, suelen contener unos 20 gramos de azúcar por cada 500ml, lo que hace que estas bebidas, al igual que los refrescos, promuevan la obesidad y la aparición de caries, especialmente en los niños.
Por lo tanto, si no eres un deportista de élite que necesite reponer líquidos, energía y electrolitos después del entrenamiento, quizás deberías dejar de tomar bebidas isotónicas.