La obesidad puede provocar problemas psicológicos
La obesidad provoca múltiples problemas para la salud, como por ejemplo mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, hipertensión y diabetes de tipo 2. Pero la salud física no es la única que sale malparada: también la mente.
La obesidad puede provocar problemas psicológicos. Se derivan de la bajada de la autoestima consecuencia de esta enfermedad, ligada no sólo a la apriencia y al rechazo por parte de los que le rodean, sino a que el individuo se encuentra limitado para hacer muchas cosas que le gustaría hacer pero que su cuerpo y su forma física no le permiten. Por eso, antes de empezar cualquier dieta o tratamiento para adelgazar, es primordial tratar los problemas psicológicos.
Es importante ese paso porque perder peso no es un camino directo a la felicidad. Seguirá habiendo problemas en la vida del individuo y, si su autoestima no se ha recuperado, no será capaz de afrontarlos. Se dará cuenta de que haber adelgazado no le basta para lograr sus objetivos, porque es él mismo el que se pone trabas desde su mente. Además, si la salud mental está en perfectas condiciones es mucho más probable tener éxito en el tratamiento para perder peso.