La enfermedad de Alzheimer podría estar causada por este asqueroso hábito, según los científicos
La salud es un campo de minas. Desde los riesgos contraintuitivos y poco conocidos del ayuno intermitente hasta las aterradoras repercusiones de dormir poco, así que lo último que todos necesitamos oír es que un hábito asqueroso pero muy común podría estar relacionado con una enfermedad que arruina la vida.
Un nuevo estudio ha establecido una sorprendente conexión entre el acto aparentemente inofensivo de hurgarse la nariz y una mayor probabilidad de padecer demencia progresiva. El culpable específico es una proteína conocida como beta-amiloide, que se considera un factor principal en la patología de la enfermedad de Alzheimer.
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Los investigadores descubrieron que el cerebro podría producir beta-amiloide como respuesta de defensa frente a los patógenos que entran por la cavidad nasal y que, a su vez, se introducen por el acto de introducirse los dedos sucios en la nariz, invitando inadvertidamente a la neuroinflamación vinculada al Alzheimer. El mecanismo de defensa del cerebro contra estos invasores microbianos, mediante la producción de beta-amiloide, supone una especie de arma de doble filo en la lucha contra la demencia.
Publicado en la revista Biomolecules, el estudio destaca que el beta-amiloide podría poseer propiedades antibacterianas destinadas a combatir infecciones en el cerebro. La conexión entre infecciones víricas, fúngicas y bacterianas y la enfermedad de Alzheimer subraya aún más el riesgo:
"La neuroinflamación en [la enfermedad de Alzheimer] podría estar causada en parte por patógenos que entran en el cerebro a través del sistema olfativo..... Incluso hay indicios que sugieren que [el beta-amiloide] podría tener propiedades antibacterianas como mecanismo de defensa contra las infecciones microbianas en el cerebro."Estudio en Biomolecules
Con unos 6,5 millones de estadounidenses mayores de 65 años diagnosticados de Alzheimer, comprender y mitigar los posibles factores de riesgo es más crucial que nunca. El Alzheimer representa una parte significativa de los 55 millones de personas que padecen demencia en todo el mundo, y estas cifras no harán sino aumentar a medida que se consolide el envejecimiento demográfico.
Esto supone una enorme presión no sólo en las vidas de quienes la padecen con sus amigos y familiares, sino también en los sistemas sanitarios de todo el mundo, que se enfrentan a cargas cada vez mayores por una enfermedad actualmente incurable y en rápido crecimiento.
Los autores abogan por que todos nos tomemos con calma lo de hurgarse la nariz, haciendo hincapié en que el breve alivio que proporciona no compensa la importancia, aparentemente vital, de mantener una higiene nasal adecuada. Recomiendan métodos de limpieza más suaves y menos desagradables, como los enjuagues nasales salinos o simplemente sonarse la nariz, para mantener despejadas las fosas nasales.
Tras la pandemia de COVID, cabría pensar que la higiene ha mejorado considerablemente. Sin embargo, este estudio demuestra que nos queda un buen trecho por recorrer. ¿Te hurgas la nariz? ¿O le repele? Y lo que es más importante, ¿estaría dispuesto a renunciar a su hábito favorito por su salud? Háganoslo saber.