I’m Not Unreliable, I Have Fibromyalgia!

I’m Not Unreliable, I Have Fibromyalgia!

Todo el mundo, paciente de fibromialgia o no, probablemente se ha perdido algo por estar enfermo. Tal vez tuviste que perderte una fiesta con tu familia por culpa de la gripe. Tal vez un ataque de COVID-19 te obligó a trabajar desde casa en lugar de en la oficina. Tal vez no pudiste mantener tu casa limpia porque tenías mononucleosis (mono).

Es de suponer que tus amigos, tu familia y tus jefes son muy indulgentes. Sólo faltas a eventos y tareas importantes de vez en cuando, y siempre es por una "buena" razón. ¿Tienes bronquitis? Claro que entiendo que no puedas venir a la fiesta de cumpleaños de mi hijo", puede decir tu primo.

La fibromialgia tiene consecuencias que van más allá del dolor, la fatiga y otros síntomas. Especialmente después de padecerla durante años, las personas que te rodean pueden asignarte etiquetas como:

Poco fiable

Procrastinador

Irresponsable

Desmotivado

Egocéntrico

No es culpa tuya. No es culpa tuya que una enfermedad crónica grave te impida trabajar todos los días. No es culpa tuya que te hayas perdido ese concierto, esa cita o ese funeral.

Y no es justo. No es justo que te hayas perdido ese ascenso porque tus jefes piensan que no eres de fiar. No es justo que tus amigos hayan dejado de invitarte a eventos divertidos porque los has cancelado muy a menudo en el pasado.

Aquí tienes una lista incompleta de eventos que me he perdido por culpa de la fibromialgia:

Bodas

Viajes de trabajo

Eventos de voluntariado

Barbacoas

Servicios y eventos de la iglesia

Fiestas Luego están las tareas que he dejado sin terminar cuando la fibromialgia se agravó:

Limpiar la casa

Tocar el piano

Mantenimiento de la casa

Sacar a pasear al perro

Escribir

Lavar los platos

Hacer la compra

Tareas

del trabajo Cortar el césped

Reciclar

Hacer ejercicio

El sentimiento de culpa es un compañero constante, una sombra que te acompaña, cuando vives con fibromialgia.

Me siento culpable cuando tengo que elegir entre pagar una factura médica o comprar regalos de Navidad para mis sobrinos. Me siento culpable cuando un compañero de trabajo tiene que hacer mi trabajo además del suyo. Me siento culpable por decepcionar a mis amigos y familiares, o por hacerles pensar que no les quiero o que no quiero pasar tiempo con ellos.

¿Y la decepción? Me persigue como un perro fiel.

Estoy decepcionado conmigo mismo por no esforzarme más. '¦

Esa es la última acusación, ¿no? La gente supone que si te esforzaras más por superar los síntomas o curarte de ellos, entonces podrías asistir a ese recital de piano, al club de lectura o a la fiesta de la Superbowl.

No lo olvides: No están en tu lugar. No llevan tu piel. No es que no seas de fiar, ni vago, ni demasiado egocéntrico, es que vives con fibromialgia.

No es culpa tuya, no es culpa tuya, no es culpa tuya.

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