Entrenamiento militar… para la guerra intergaláctica
Todos buscamos distintos tipos de entrenamiento cuando acudimos al gimnasio o preparamos las vacaciones. Que si una lucha exótica, un baile quema-grasas, unas clases de buceo… pero ahora, en pleno 2017, tenemos una nueva variante que entra en juego: los mata marcianos.
En algún lugar de las Montañas Rocosas, Estados Unidos está entrenando a dos escuadrones de ataque de la Fuerza Aérea de élite para proteger al mundo -o al menos a los Estados Unidos- de los ataques espaciales. Los Escuadrones 26 y 527 de Agresores Espaciales (SAS) han sido encargados de proteger nuestros activos espaciales, desarrollar estrategias para asegurar nuestros intereses espaciales y montar una defensa contra invasores extraterrestres que, sobre el papel, suenan mucho a un guión de Michael Bay.
Entrenamiento militar en agua
4 ejercicios básicos del entrenamiento militar
Ambos escuadrones están actualmente encargados de desempeñar el papel de los “invasores malos” en las simulaciones intergalácticas diseñadas para entrenar a las tropas estadounidenses en caso de que se produzca tal batalla. Para hacer la amenaza más “real”, el ejército también está entrenando a jugadores habilidosos.
El perfil de gamer que busca la armada es algo bastante llamativo y un poco naíf. Y es que, según aseguran los expertos, la forma que los jugadores tienen de enfrentarse a un videojuego cuenta con un elemento fundamental que otros sujetos no tienen, y como además lo hacen a diario, su cerebro está más y mejor preparado para luchar el planeta.
Aunque suene extravagante, nos acercamos a una era en la que la protección de los activos espaciales es cada vez más importante. De los satélites corporativos a la extensa infraestructura que se establecerá para futuras misiones gubernamentales y privadas, tiene sentido tener un plan en marcha, incluso si nunca estamos obligados a usarlo. ¿Te ves preparado para recibir un entrenamiento militar de élite… jugando a videojuegos? Juegos de Guerra (WarGames) ya lo vaticinaba en 1983…
