Enfermedades y patologías en la tercera edad más comunes

CÓMO MANTENER UNA MEJOR SALUD EN LA VEJEZ

Envejecer puede parecer desalentador: pelo canoso, arrugas, olvidar dónde se ha aparcado el coche... Bromas aparte, el envejecimiento puede acarrear problemas de salud únicos. Dado que las personas mayores representan el 12% de la población mundial, es importante comprender los retos a los que se enfrentan las personas a medida que envejecen, y reconocer que existen medidas preventivas que pueden colocarte a ti (o a un ser querido) en el camino hacia un envejecimiento saludable.

En este artículo incluimos 7 de las más comunes enfermedades y patologías que viven día a día las personas de tercera edad. Hemos tenido el placer de obtener esta información de primera mano gracias a Lorena Villa, una de las muchas profesionales que alberga Qida, un servicio de cuidado de personas mayores en el domicilio.

1. Enfermedades crónicas

Según el Consejo Nacional sobre el Envejecimiento, alrededor del 92% de los ancianos padecen al menos una enfermedad crónica y el 77% tienen al menos dos. Las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, el cáncer y la diabetes se encuentran entre las afecciones crónicas más comunes y costosas que causan dos tercios de las muertes cada año. El Centro Nacional para la Prevención de las Enfermedades Crónicas y la Promoción de la Salud recomienda acudir a un médico para una revisión anual, mantener una dieta saludable y una rutina de ejercicios para ayudar a controlar o prevenir las enfermedades crónicas. La obesidad es un problema creciente entre los adultos mayores y la adopción de estos comportamientos de estilo de vida puede ayudar a reducir la obesidad y las enfermedades crónicas asociadas.

2. Salud cognitiva

La salud cognitiva se centra en la capacidad de una persona para pensar, aprender y recordar. El problema de salud cognitiva más común al que se enfrentan las personas mayores es la demencia, la pérdida de esas funciones cognitivas. Aproximadamente 47,5 millones de personas en todo el mundo padecen demencia, una cifra que se prevé que casi se triplique de aquí a 2050. La forma más común de demencia es la enfermedad de Alzheimer. Aunque no hay cura para la demencia, los médicos pueden prescribir un plan de tratamiento y medicamentos para controlar la enfermedad, además de las distintas actividades que pueden ofrecer los cuidadores de los pacientes para ejercitar la mente (la mayoría de estas tienden a ser manualidades sin ningún tipo de límite artístico).

3. Salud mental

Según la Organización Mundial de la Salud, más del 15 por ciento de los adultos mayores de 60 años sufren un trastorno mental. Un trastorno mental común entre los mayores es la depresión, que se da en el siete por ciento de la población de edad avanzada. Por desgracia, este trastorno mental suele estar infradiagnosticado y mal tratado. Dado que la depresión puede ser un efecto secundario de las condiciones de salud crónicas, el control de esas condiciones ayuda. Además, la promoción de un estilo de vida saludable, como la mejora de las condiciones de vida y el apoyo social de la familia, los amigos o los servicios de cuidador a domicilio, puede ayudar a tratar la depresión y evitar que estas personas se sientan solas u olvidadas.

4. Daños físicos

Cada 15 segundos, un adulto mayor es ingresado en urgencias por una caída. Una persona mayor puedes morir por una caída, lo que la convierte en la principal causa de lesiones entre las personas mayores. Dado que el envejecimiento hace que los huesos se reduzcan y que los músculos pierdan fuerza y flexibilidad, los mayores son más susceptibles de perder el equilibrio, hacerse moratones y fracturarse un hueso. Dos enfermedades que contribuyen a la fragilidad son la osteoporosis y la artrosis. Sin embargo, las caídas no son inevitables. En muchos casos, pueden prevenirse mediante el cuidado de una persona y evitar realizar actividades de riesgo para las personas mayores, el aumento de la actividad física o las modificaciones prácticas en el hogar (evitar limpiar una estantería subido a una silla, por ejemplo).

5. VIH/SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual

Es poco probable que los ancianos utilicen preservativos, lo que, combinado con un sistema inmunitario debilitado, hace que sean más susceptibles de contraer el VIH. El diagnóstico tardío del VIH es común entre los adultos mayores porque los síntomas del VIH son muy similares a los del envejecimiento normal, lo que dificulta el tratamiento y la prevención del daño al sistema inmunológico.

 

6. Deficiencias sensoriales

Las deficiencias sensoriales, como la visión y el oído, son muy comunes en las personas mayores de 70 años. Según los los profesionales del sector de tercera edad, uno de cada seis adultos mayores tiene una discapacidad visual y uno de cada cuatro tiene una discapacidad auditiva. Por suerte, ambos problemas son fácilmente tratables con ayudas como gafas o audífonos. Las nuevas tecnologías están mejorando la evaluación de la pérdida de audición y la posibilidad de llevar audífonos.

 

7. Abuso o insuficiencia de medicación

El abuso de sustancias, normalmente relacionadas con el alcohol o las drogas, es más frecuente entre los mayores de lo que se cree. Dado que muchos no asocian el abuso de sustancias con los ancianos, a menudo se pasa por alto y se omite en las revisiones médicas. Además, a los adultos mayores se les suelen recetar varias recetas para que las utilicen a largo plazo. 

Otro de los casos muy comunes es la falta de interés o el olvido de tomar la medicación recetada por el médico, incumpliendo el tratamiento que lleva a terribles consecuencias.

Debemos ser conscientes de la independencia de estas personas, y apoyar el cuidado de las mismas con medidas beneficiosas como son los dispositivos de emergencias, la atención de profesionales a domicilio tal y como ofrece Qida o valorar la estancia en una residencia. 

 

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