El truco infalible para cortar el hipo
¿A ti también te pone de los nervios tener hipo en el momento más inoportuno? Así puedes acabar con él.
El hipo se produce por una contracción brusca, involuntaria e intermitente del diafragma, que provoca que la epiglotis se cierre y oigamos el típico hip. Normalmente se pasa al cabo de unos minutos, pero en los casos más graves ha llegado a durar días o incluso meses, lo que es indicativo de alguna otra patología más grave.
Seguro que has probado de todo para acabar con el hipo, como aguantar la respiración o beber mucha agua de seguido. Puede funcionar o no, pero mejor tener otras balas en la recámara, y si tienen una justificación fisiológica, mejor. Por ejemplo, respirar dentro de una bolsa de papel aumenta los niveles de dióxido de carbono en sangre, lo que ayuda a los músculos a relajarse y al organismo a eliminar el gas. Esto desemboca en recuperar el ciclo de respiración normal.
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Otro de los trupos clásicos para quitar el hipo es que te den un susto. Esto provoca una distracción, al igual que tomarse una cucharada de azúcar, y puede hacer que el nervio que controla el diafragma centre su atención en otro aspecto, ejando atrás el hipo.
Echar la cabeza hacia atrás todo lo que puedas y comer son otros recursos.