Deliciosa pizza de menos de 300 calorĂas
Que una pizza contenga muchos ingredientes no significa que sea menos saludable o que engorde como un banquete de los de las viñetas finales de un tomo de Asterix.
Una pizza preparada con masa e ingredientes de calidad puede convertirse en una verdadera delicia y no como la bomba calórica que imaginamos habitualmente.
La masa de pizza de pollo suena asquerosa pero en realidad es deliciosa (y apta para ceto)
Desayunos saludables de 300 calorĂas que saben muy bien
Como dice la propaganda de una conocida casa de pizzas a domicilio, el secreto está en la masa. Si esta es casera y con ingredientes integrales, mejor, ya que se antojará menos que una masa de harinas refinadas blancas.
Si lo tuyo es el queso, no renuncies tampoco: el queso sin lactosa es una opción ideal para una pizza sana.
Ya puestos, y créenos que merece la pena, intenta hacer tu propio tomate natural. No te llevará más de quince minutos y dirás adiós a conservantes y grasas innecesarias.
Además, reduciendo el sodio de los quesos y los tomates también estás reduciendo el consumo de sal, algo que no necesitamos repetirte, es muy importante.
Otro detalle a tener en cuenta es el horario de consumo. Sí, sabemos que una pizza es ideal para cenar o para una “merienda-cena”, pero para poder extraer el máximo rendimiento de los hidratos de carbono lo suyo es consumirla a la hora de la comida. Si, con todo, no te queda más remedio que cenarla, recuerda que al menos deben pasar un par de horas hasta que vayas a la cama.
Si disfrutas de la pizza regularmente, intenta hacerlo en casa usando ingredientes más saludables y si eres un loco de la mozzarella que sea desnatada. Y no te olvides de ponerle un montón de verduras: mejor cuanto más colorida. Puedes empezar con espárragos y calabacín porque, ¿quién demonios va a poner piña a una pizza? Anímate, el fin de semana está a la vuelta de la esquina.