Cómo aumentar la fuerza de voluntad para adelgazar
Fuerza de voluntad para adelgazar: ¿cómo podemos hacer para no perderla y acabar rindiéndonos?
Lo habrás oído y también lo habrás comprobado muchas veces: si quieres adelgazar, necesitas mucha fuerza de voluntad. Y no realmente solo para adelgazar. Ponerse en forma, conseguir un objetivo, cambiar ciertos hábitos... todo lo que requiera mucho esfuerzo y huir de las tentaciones necesita ser acompañado de una gran fuerza de voluntad. Cuando no tenemos o la acabamos perdiendo, nos rendimos dejando nuestro objetivo a medias.
9 consejos para no perder la motivación
Cómo combatir la desmotivación
Cómo tener más fuerza de voluntad
¿No está seguro de cómo aumentar la fuerza con mancuernas? Este entrenamiento lo tiene cubierto
Por suerte, la fuerza de voluntad también puede trabajarse, por lo que no debes rendirte para siempre si crees que naciste con poca mientras que ves cómo algunos de tus amigos consiguen seguir a dieta después de cuatro meses. Hay algunos trucos que puedes llevar a cabo para reforzar tu fuerza de voluntad, para trabajarla y para no perderla en los momentos más difíciles en el camino hacia tu objetivo. Pero antes de saber cómo podemos mejorarla, veamos qué es exactamente.
¿Qué es la fuerza de voluntad?
Seguro que has oído mucho de sus sinónimos a menudo, sobre todo si sueles acudir al gimnasio o si estás intentando buscar información y ayuda para cambiar tu cuerpo. Autocontrol, autodisciplina, motivación... todas estas palabras hacen referencia a una misma idea: la de resistir y ser constantes para no alejarnos de nuestro objetivo.
La fuerza de voluntad es esa habilidad para resistirnos a las tentaciones a corto plazo con la finalidad de conseguir algo a largo plazo. Que nuestra meta esté tan lejos y requiera un camino tan largo es lo que hace tan difícil este proceso. También es la capacidad de resistir y de pensar en frío qué es lo mejor para nosotros en vez de actuar en caliente y ceder a los impulsos en un determinado momento.
Pero además de ser todas estas cosas, la fuerza de voluntad tiene una característica negativa: se agota. Para que no se agote, debemos trabajar en ella. Y ahí es donde podemos ayudarte.
¿Cómo podemos aumentar nuestra fuerza de voluntad?
Cambia de hábitos. Los pequeños cambios en los hábitos cotidianos nos ayudan a trabajar en nuestra fuerza de voluntad y hacen que esta se fortalezca. Así lo demostró un estudio de la Universidad de Case Western Reserve, en Estados Unidos. Introduce algún pequeño cambio en tu rutina diaria que te haga mantener ese esfuerzo por llevarlo a cabo a diario.
Activa tus músculos. Iris W. Hung, un investigador de la Universidad de Singapur, descubrió que había una curiosa forma de activar nuestra fuerza de voluntad como si usásemos un botón. Es algo tan sencillo como apretar nuestros músculos. Por ejemplo, cuando estés a punto de caer en la tentación de saltarte tu dieta para ingerir un plato lleno de calorías, aprieta fuerte tu mano para activar tus músculos. “La mente y el cuerpo está tan estrechamente unidos que simplemente apretando los músculos se puede activar la fuerza de voluntad”, explica W. Hung. Es tan sencillo, que merece la pena probarlo.
Haz una buena acción. En la revista Social Psychological and Personality Science se publicó un estudio que decía que hacer buenas acciones nos ayudaba a aumentar nuestra resistencia física y nuestra fuerza de voluntad. Por ejemplo, si vas a gastarte dinero en comprar un trozo de pizza, utiliza mejor ese dinero para una buena causa o para ayudar a alguien. Te sentirás bien contigo mismo y te ayudará a mantener la disciplina.
No huyas de la tentación. Tu fuerza de voluntad se verá mucho más reforzada si te expones a la tentación que si evitas encontrarte con ella. Es decir, lo ideal no es evitar pasar cada día por delante de la pastelería que hay cerca de tu casa, lo ideal es pasar a diario y conseguir no comprar nunca nada. Cada vez que pases de largo, tu fuerza de voluntad aumentará.
Piensa en otra cosa. Cuando se te pase por la cabeza caer en la tentación, ordena a tu mente pensar en otra cosa. Puede ser el momento ideal para planificar lo que tienes que hacer en el trabajo mañana o lo que harás el fin de semana.
A por un objetivo. Un error que cometemos a veces es proponernos varios objetivos. Esto ocurre, por ejemplo, cuando con el año nuevo nos hacemos varios propósitos y tratamos de cumplirlos todos a la vez. Repartir tu fuerza de voluntad en varios propósitos al mismo tiempo resulta agotador y, a la larga, te acabarás rindiendo. Enfoca todos tus esfuerzos en una sola cosa.
La fuerza de voluntad puede trabajarse y todos podemos conseguir fortalecerla. La excusa de no ponerse en forma por no tener fuerza de voluntad ya no te servirá ahora que sabes que solo necesitas poner en práctica estos consejos para fortalecerla.
Si nunca habías conseguido transformar tu cuerpo como deseas, prueba a aumentar tu fuerza de voluntad para adelgazar con estos consejos. TÚ PUEDES.