Atención, emprendedores australianos: El ajetreo podría matarte
Los hombres australianos están trabajando más duro que nunca, esforzándose por ser más productivos, más eficientes y más exitosos. Bien por ellos. Pero, ¿y si te dijéramos que, además de poner en riesgo tu salud mental, trabajar sin descanso podría estar inhibiendo la productividad y el éxito que quieres cultivar?
La cultura del ajetreo, el "sigma male grindset", como quieras llamarlo... En estos momentos, y sobre todo en Internet, los hombres están siendo bombardeados con mensajes contundentes sobre la productividad y el éxito. Figuras como Elon Musk, Jordan Belfort, Andrew Tate, Gary Vee y Tony Robbins están en la mente de los hombres, idolatrados como parangones de la hiperproductividad y el epítome de la masculinidad.
Aparte de marcar el comienzo de una oleada de memes brillantes (y han sido brillantes, debemos admitirlo), el impacto del fenómeno ha sido abrumadoramente negativo, convenciendo a una generación de jóvenes de que la única forma de encontrar el éxito en un panorama económico post-2008 cada vez más precario es trabajar todo el día, todos los días, en pos de sus objetivos profesionales, empezando desesperadamente una multitud de trabajos secundarios como medio para triunfar en el mundo del "sube y machaca".
Los hombres australianos no son una excepción. Los datos que acaba de publicar SmartCompany revelan que los australianos se han vuelto "resistentes al descanso". El año pasado, los australianos trabajaron 3.200 millones de horas al año en horas extraordinarias no remuneradas, acumularon 134 millones de días de vacaciones anuales acumuladas y 3,8 millones de nosotros ni siquiera hicimos pausas para comer.
Pero, ¿es nuestra adicción a estar ocupados lo que nos hace menos productivos y, al mismo tiempo, perjudica nuestra salud mental?El estrés laboral es responsable del 13% de las depresiones entre los
Beyond Blue afirma que el estrés laboral excesivo es responsable del 13% de las depresiones entre los trabajadores, y cita las "largas jornadas laborales", la "sobrecarga de trabajo" y las "altas exigencias" -impuestas por la dirección o por uno mismo- como factores causales de esta cifra. Señalan que los problemas de salud mental inducidos por el trabajo pueden tener un impacto directo tanto en las empresas como en los trabajadores a través del "aumento del absentismo", el "incremento de los costes" y, sobre todo, la "reducción de la productividad".
Durante años, muchos han optado por dejar de lado sus necesidades de salud mental en aras del progreso, pero si el ajetreo en realidad está reduciendo su productividad tanto a largo como a corto plazo, ¿qué sentido tiene? ¿Y qué puede hacer para cuidar de sí mismo sin sacrificar los beneficios que tanto le ha costado conseguir en el trabajo? Para ser más productivo a largo plazo, hay que tener mejores ideas y tomar mejores decisiones. Tiene sentido, ¿verdad? Lo irónico es que para generar esas ideas y tomar esas decisiones, en realidad tienes que ir más despacio y hacer menos cosas. Para probarlo, tienes que centrarte en las tres "D". Ya sabes que en DMARGE nos encanta la "D", así que no te sorprenderá saber que somos grandes partidarios de Desacelerar, Descomprimir y Decidir. Esto significa ralentizar el ritmo de trabajo, repartir la carga y priorizar las cosas que son realmente importantes para ti. Otro truco es la "regla del 15% de reserva": en lugar de intentar trabajar al 100% de tu capacidad todo el tiempo -como te animarían nuestros Hustle Heroes-, deberías aspirar al 85%. Esto te deja un 15% de capacidad de reserva para adaptarte a lo urgente o inesperado. De este modo, si surge algo, tendrás tiempo y espacio para abordarlo sin tener que ponerte al día de repente. Intenta dedicar una hora al día a tu agenda o haz algunas pausas breves. En resumidas cuentas, se trata de evitar el temido agotamiento. Puede parecer que trabajar sin parar, trasnochar y llenar de actividad cada momento de vigilia es la clave de la productividad, pero, a largo plazo, este enfoque acaba con la productividad y el bienestar por igual. Si eres más consciente de tu forma de trabajar y de la cantidad de trabajo que realizas, podrás ser más realista sobre lo que realmente puedes conseguir en el tiempo de que dispones. El tiempo es nuestro bien más preciado, tanto en el trabajo como fuera de él.