Una esposa celosa se venga brutalmente de su marido en coma tras descubrir su sucio secreto
Seamos realistas: las citas pueden ser duras. Las aplicaciones son terribles para tu salud mental, en parte gracias a los métodos de diseño "depredadores" desplegados por marcas de Big Tech como Tinder. Sin embargo, lo único más difícil que las citas es casarse, como dejó claro esta pareja china tras una emergencia médica a principios de este mes...
No se puede negar que estos momentos de vida o muerte son algunos de los más difíciles y desgarradores de cualquier matrimonio, pero, como esta pareja descubrió por las malas, las cosas pueden tomar un cariz mucho más dramático cuando se añade a la mezcla una infidelidad de larga duración.
El marido, de 38 años, que vivía con su amante ilícita desde hacía más de diez años pero que, técnicamente hablando, seguía casado, vio cómo su duplicidad llegaba a un final repentino y fulminante cuando sufrió un derrame cerebral en casa de su amante; fue trasladado de urgencia al hospital y enseguida entró en coma. Su estado era tan grave que, para poder llevar a cabo una operación suficiente para salvarle la vida, los médicos necesitaban el permiso de un pariente consanguíneo o político. Los médicos esperaban obtener esto de la amante del hombre. Por desgracia, ella ya se había ido a casa y estaba ilocalizable... así que la decisión recayó en su esposa. Los médicos le dijeron que su marido tenía pocas posibilidades de sobrevivir si no era operado de inmediato. Sin embargo, la esposa, aparentemente sometida a una gran tensión emocional, tomó una decisión totalmente inesperada... Los informes indican que, durante las conversaciones con el personal médico, su mujer dijo que su marido "me ha sido infiel y no me ha dado ningún apoyo. Hace mucho tiempo que no le quiero". Según los médicos, sus respuestas mostraban una gran angustia mental, pero, lo que es aún más evidente, una buena dosis de amargura. Al final, ante el dilema de someterse a una operación muy costosa y peligrosa o dejar que la naturaleza siguiera su curso, optó por lo segundo. Los testigos presenciales declararon que su esposa se negó a firmar el consentimiento e insistió en que le quitaran el tubo traqueal a su marido. En palabras de uno de los médicos, que pidió permanecer en el anonimato: "Ella insistía en no querer salvarle. El dolor y la rabia eran palpables". Los médicos lo hicieron a petición de ella, siguiendo las estrictas directrices legales y éticas que están obligados a cumplir, y llevaron a cabo los procedimientos debidos. Le desconectaron el soporte vital y murió poco después. El hombre sufrió una hemorragia cerebral como consecuencia del ictus inicial, un tipo de hemorragia en el cerebro. Es la forma más grave de ictus porque la hemorragia se produce en el propio tejido cerebral y no en los órganos circundantes. Cualquier cosa, desde la hipertensión arterial a un simple traumatismo craneal, puede causarlo y, en casos muy graves, la cirugía de urgencia puede ser la única solución para salvar la vida del paciente. La ley china obliga a los médicos a explicar a la familia del paciente los riesgos potenciales de cualquier intervención quirúrgica y a obtener previamente su consentimiento por escrito. En caso de desacuerdo o falta de consentimiento de la familia, el director del hospital puede autorizar la práctica, pero en este caso hubo una negativa demasiado categórica por parte de la esposa. ¿Se lo merecía este tipo? ¿O la amargura de su mujer pudo con ella?Décadas de engaño
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