Un material común en el agua embotellada podría aumentar el riesgo de infarto e ictus, según un estudio
Los nanoplásticos
Sabemos que los plásticos pueden ser perjudiciales para el medio ambiente, pero sabemos mucho menos sobre el impacto de los microplásticos (que suelen encontrarse en el agua embotellada) en el cuerpo humano. Una nueva investigación muestra que los nanoplásticos, partículas de plástico mucho más pequeñas que los microplásticos, en el torrente sanguíneo pueden aumentar el riesgo de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y muerte prematura.
Un estudio publicado en el New England Journal of Medicine analizó cómo la contaminación por plásticos podía estar relacionada con enfermedades humanas. Para ello, los investigadores examinaron tejido extraído de las arterias del cuello de 257 personas vivas que se habían sometido a una endarterectomía carotídea, un procedimiento quirúrgico utilizado para reducir el riesgo de ictus por enfermedad de las arterias carótidas.
Al microscopio, los investigadores hallaron "partículas extrañas visibles y de bordes dentados" dispersas en la placa y en los restos externos de la cirugía, según el estudio. Se encontraron cantidades mensurables de polietileno, un plástico común utilizado en envoltorios de plástico, bolsas de plástico y envases de alimentos y bebidas, en los tejidos de la placa de 150 personas del estudio. Las muestras de otros 31 pacientes también contenían cantidades mensurables de cloruro de polivinilo, también conocido como PVC o vinilo.
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Los participantes con microplásticos y nanoplásticos en sus cuerpos fueron seguidos durante 34 meses. Durante el seguimiento, se produjeron infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares o muerte por cualquier causa en el 20% de esos pacientes, frente a sólo el 7,5% en los pacientes sin partículas de plástico detectables.
Tras ajustar por edad, sexo, índice de masa corporal y condiciones de salud como diabetes y colesterol anormal, los pacientes con niveles detectables de plásticos tenían un riesgo casi cinco veces mayor de sufrir un evento cardiovascular que aquellos sin niveles detectables de plásticos.
Los nanoplásticos son partículas microscópicas de plástico que se forman a través de la descomposición y degeneración natural de los plásticos que quedan en el medio ambiente, afirma el doctor Sam Mathis, médico de familia y de medicina interna de la rama médica de la Universidad de Texas. "Muchos de estos plásticos entran en nuestro cuerpo a través de la ingestión, la inhalación y el contacto con la piel".
Debido a su tamaño increíblemente pequeño, los nanoplásticos pueden entrar en el organismo y en el torrente sanguíneo de varias formas distintas, afirma el Dr. Neerav Sheth, cardiólogo de Cardiology Consultants of Philadelphia. "En primer lugar, pueden entrar directamente por inhalación a través de los pulmones. También pueden entrar en el organismo directamente por el tracto gastrointestinal a través del consumo de partículas (como las que se generan al picar en una tabla de cortar de plástico) o indirectamente a través del sistema alimentario (por ejemplo, peces que pueden haber consumido nanoplásticos que luego ingieren las personas)", explica.
El cuerpo no sabe realmente cómo gestionar adecuadamente los nanoplásticos, dice el Dr. Sheth. "Se reconocen como partículas extrañas, pero el organismo no dispone de mecanismos para digerirlas o descomponerlas. Al final, quedan tapiadas". Si se depositan en lugares peligrosos, como los vasos sanguíneos del corazón o el cerebro, pueden acelerar la inflamación y la aterosclerosis, que aumentan el riesgo de cardiopatía precoz y accidente cerebrovascular, explica.
Lo esencial
Esta nueva investigación identifica efectivamente otro factor de riesgo de enfermedad cardiovascular acelerada, dice el Dr. Mathis. "Ahora que está identificado, podemos trabajar para modificarlo".
Entonces, ¿cómo se puede reducir el riesgo de ingerir nanoplásticos? El Dr. Mathis sugiere que la mejor forma de reducir los daños causados por este material es la prevención. "Limite la compra de artículos que contengan plástico y asegúrese de reciclarlo adecuadamente. Cuando los plásticos se tiran a la calle o a los océanos, eso provoca su descomposición y su propagación a nuestros alimentos y al medio ambiente". Considera la posibilidad de comprar artículos en envases de vidrio reciclables o directamente a los vendedores (mercados de carne y mercados de agricultores), sugiere.
A menor escala, evita utilizar plásticos de mala calidad para cocinar, sugiere el Dr. Sheth. "Usa utensilios de madera o metal siempre que puedas y no calientes plásticos en el microondas ni recalientes alimentos en plásticos que no se consideren seguros".
A mayor escala, tenemos que esforzarnos más por preservar nuestro medio ambiente, nuestra atmósfera y nuestros ecosistemas, afirma el Dr. Sheth. "Esencialmente, esto requiere ser más conscientes de los residuos, evitar verter plásticos en el océano o quemarlos en el aire, centrarse en las energías renovables y reciclar".