Un jugador de rugby se coloca un hombro dislocado en un partido y sigue jugando como si nada
Fingir dolor y lesiones no es cosa del deporte más noble: Un jugador de rugby se coloca un hombro dislocado en un partido y sigue jugando como si nada.
El internacional escocés Sean Lamont demuestra por qué el rugby es un deporte de hombres duros y nobles para los que las protestas y las quejas no son ni la más remota de las opciones que se les pueden pasar por la cabeza. Cuando en el fútbol el más mínimo contacto o una gota de sangre hace su aparición, los gritos y los lloros exagerando son más que habituales, la gente del rugby demuestra una y otra vez que están hechos de otra pasta.
Pues bien, Gifs al margen, te traemos un vídeo con la prueba más palpable de ello: Durante un partido, el jugador Sean Lamont se dislocó un hombro en un fuerte choque con un rival, y sin el más mínimo gesto de dolor se arrodilló, lo colocó en su sitio con un fuerte tirón y siguió jugando como si nada. Inimaginable en otros deportes, pero posible solamente en el rugby y en el cine de acción. Producido porque la cabeza superior del hueso del brazo se sale del acetábulo -o ranura del omóplato, para que nos entendemos- las luxaciones de hombro son muy dolorosas y no es nada fácil reponerse así como si nada, así que imaginad continuar participando un partido de rugby profesional. Hay que ser muy duro para hacer eso. O en definitiva, hay que ser jugador de rugby. Bien por Sean Lamont. No te pierdas el vídeo en el que éste jugador de rugby se coloca un hombro dislocado en un partido y sigue jugando como si nada. Muy duro. Muy rugby.