Llamaron a la policía... y acabaron jugando al baloncesto
Una curiosa historia con final feliz: una llamada a la policía acaba en partido de baloncesto
Una historia habitual, sobre todo cuando era pequeño y salía a la plaza a jugar al balón. Bueno, yo al balón poco, porque, de pequeño, era muy patoso en cuanto a habilidades motoras se refiere, y el balón, en ocasiones, era yo. En definitiva, cuando ''jugaba'' al balón, siempre, en la plaza, podíamos ver al típico viejo gruñón amenazando con coger la pelota y pinchártela. Le molestaba al hombre los pelotazos, qué le vamos a hacer. Y no es que los pelotazos se los estuviésemos dando en toda la jeta, que, visto así, tendría motivos para enfadarse, pero no. Le molestaba la acción del juego. Le molestaba la vida.
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Algo así pasó el pasado mes de enero en Gainsville, Florida, cuando a la estación de policía llegó una llamada de unos vecinos molestos por los ruidos que estaban ocasionando unos niños que jugaban, ajenos a todo, al baloncesto. En ese momento, el oficial Bobby White acudió al lugar de los hechos pero el final sorprendió a todos. Lejos de recriminar (si es que hubiese algo que recriminar a unos niños que juegan al baloncesto a los jugadores se convirtió en uno de ellos. Ni corto ni perezoso, White se puso a jugar con ellos, mandando una bonita lección a los vecinos: a la policía no se la puede molestar con tonterías de tal calibre.
El video lleva ya 18 millones de reproducciones en Facebook y no es para menos: una llamada a la policía acaba en partido de baloncesto. Una buena lección de civismo.