Puedes tener parásitos en el cerebro y no lo sabes
Sí, ya sabemos que no es plato de buen gusto decirlo, pero allá vamos: puede que tengas parásitos en el cerebro. Y no piojos, precisamente.
No, tranquilos, no es algo que se pueda propagar con facilidad. No, no estamos hablando de piojos, de esos que hemos tenido todos en el colegio y que nos llevaban por la calle de la amargura, todo el día rasca que te rasca con los piojos y lavándote el pelo con champús especiales... Un rollo. Y aunque pueda parecer que más de uno de nosotros tenga parásitos en el cerebro, más concretamente tertulianos de la TV, políticos, ex-novios o jefes, hablamos de una amenaza real que nada tiene que ver con la estupidez congénita de alguno de nosotros.
¿Sabes lo que ya no puedes hacer en un campo de fútbol?
¿Todavía no tomas rooibos? Pues no sabes todo lo que te pierdes...
Neurocisticercosis: así se llama la enfermedad que provocan los Taenia Solium, el parásito que se te puede pegar en la cabeza y que suelen tener los animales pero que pueden transmitirlos. ¿Como? Pues ingiriendo carne de cerdo infectada. Si te pasa eso, eres un sujeto intermediario, portarías los huevecillos del bicho. O sea, no sus testículos, sino el huevo de los parásitos. Si luego te entra un apretón y vas al baño y, POR LO QUE SEA, aquí no entramos en materia de parafilas y gustos, tienes contacto con la materia fecal y LUEGO tocas comida, AMIGO, te acabas de pringar la mano de huevos y si tocas a alguien y éste, a su vez, se lleva las manos a la boca, o a la comida que hayas tocado... ¡Ese colega tuyo tendrá los bichos!. Resumamos la cadena:
"Te comes la carne del cochino infectado, vas al WC, POR LO QUE SEA, entras en contacto con la materia fecal, con esa mano le das la mano a tu colega, tu colega estornuda y, por lo que sea, se chupa la mano. ET VOILA, tu colega tendrá neurocisticercosis. Así de bien."
Sí, visto así parece muy difícil de enfermar por neurocisticercosis. Pero también es difícil que te toque el Euromillón y el otro día le toco a uno de por aquí, así que cuidado. El bicho también se puede alojar en tu ojo y sus efectos secundarios van desde jaquecas hasta epilepsia. La solución es tomar un antiparasitario. No, no tengo conocimiento de que te puedas poner un collar de esos tan chulos que llevan algunos perros.
¿Te imaginas tener parásitos en el cerebro./strong>? Que tengáis buenos sueños esta noche, queridos lectores.