Prohíben a un cirujano quemar sus iniciales en el hígado de sus pacientes con un rayo de argón
Es bien sabido que los hombres gastan cada vez más dinero en cirugía estética -demasiado, si no que se lo pregunten a esta drag queen australiana a la que pararon en el control fronterizo-, pero si bien es posible que quieras que tu cirujano plástico muestre un poco de estilo durante la intervención, no se puede decir lo mismo de una cirugía seria en tus órganos internos...
Sin embargo, eso no impidió que un cirujano ahora caído en desgracia se propasara con un par de sus pacientes en una escandalosa violación de la ética médica. Tras hacerse virales en Reddit a principios de esta semana, los incidentes -que tuvieron lugar originalmente en 2013, pero que no acabaron con el cirujano hasta 2022- son francamente alucinantes, especialmente por parte de un cirujano pagado con dinero público.
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Simon Bramhall fue expulsado permanentemente del registro médico tras admitir haber utilizado una máquina de haz de argón para grabar sus iniciales en el hígado de dos de sus pacientes durante su mandato en el Hospital Queen Elizabeth de Birmingham en 2013, lo que provocó la condena del público y de colegas por igual, al tiempo que planteó serias dudas sobre la conducta profesional dentro de la comunidad médica en general.
TIL Un cirujano del Reino Unido utilizó un haz de argón para marcar sus iniciales en los hígados trasplantados de dos de sus pacientesbyu/amusedfridaygoat intodayilearned
Descrito por el Medical Practitioners Tribunal Service (MPTS) como fruto de la "arrogancia profesional", el comportamiento de Bramhall erosionó significativamente la confianza pública en los proveedores de asistencia sanitaria del Reino Unido en un momento en el que ya se encontraba en una especie de punto bajo.
A pesar de que los pacientes no sufrieron daños físicos duraderos, las secuelas emocionales y la vulneración de la dignidad fueron profundas, y uno de ellos afirmó haber sufrido un "daño emocional importante" como consecuencia de ello.
Bramhall fue multado inicialmente con 10.000 libras esterlinas (unos 19.400 dólares australianos) en diciembre de 2017 tras su admisión de dos cargos de agresión en el Tribunal de la Corona de Birmingham. Sin embargo, el Consejo Médico General (GMC, por sus siglas en inglés) consideró insuficiente este castigo, por lo que se le suspendió indefinidamente y se le retiró del registro médico.
La carrera de Bramhall, que aparentemente había sido "distinguida" hasta que salieron a la luz estas faltas, se estrelló contra un polémico final cuando otro médico descubrió su autógrafo, poco convencional, en un órgano.
El caso ha suscitado desde entonces un debate más amplio sobre los límites del comportamiento de los cirujanos y los mecanismos existentes para garantizar que se respetan los límites adecuados. Es una dura advertencia para los profesionales de la medicina de todo el mundo: el privilegio de atender a los pacientes conlleva el deber de respetar las normas éticas más estrictas, en las que la arrogancia personal no tiene cabida.