Problemas de las semillas de moringa: ¿cuándo no pueden consumirse?
Problemas de las semillas de moringa y cuándo debemos evitarlas.
La semilla moringa tiene muchas propiedades y beneficios, pero como la mayoría de los productos, también puede tener efectos secundarios y provocar algunos problemas en determinadas personas. Veamos en qué casos debemos evitar el consumo de semillas de moringa o moderar su ingesta.
Mujeres embarazadas. Las semillas de moringa es un superalimento que aporta muchos nutrientes, minerales y vitaminas. Teniendo esto en cuenta, lo lógico es pensar que puede beneficiar a las mujeres embarazadas, y sí es cierto. Pero también debemos tener en cuenta que la moringa es una gran fuente de vitamina A, algo que no se recomienda consumir en exceso durante el embarazo ya que esta vitamina es la encargada de la división celular y el crecimiento, pero en exceso puede detener el proceso. No es necesario dejar de tomarla, pero sí moderar su consumo hasta después de dar a luz.
¿Adelgazan las semillas de moringa?
¿Cómo se comen las semillas de moringa?
Personas con hipoglucemia. La moringa es capaz de bajar los niveles de azúcar en sangre, por eso se recomienda a personas con diabetes. En cambio, las personas con hipoglucemia deben tener cuidado con su consumo.
Personas con problemas de diarrea. Al contener cuatro veces más fibra que la avena, la moringa puede provocar diarrea a personas que suelan tener este problema o que no estén acostumbradas a una dieta rica en fibra. Para estos casos, se recomienda comenzar a consumir las semillas de moringa de forma gradual para hacer que el cuerpo se acostumbre.
Personas con acidez de estómago. Las semillas de moringa en ayunas o en exceso pueden causar acidez, así que si eres propenso a tener este problema es mejor que la consumas de forma moderada y antes de tomar otros alimentos.
A pesar de los problemas de las semillas de moringa, basta consumirla con moderación para dejar de sufrir sus efectos secundarios.