¿Por qué es difícil oír cuando estás resfriado?
El resfriado común puede provocarle congestión nasal, dolor de garganta y tos con flemas, pero además de estos síntomas principales, también puede tener dificultades para oír correctamente.
Entonces, ¿por qué flaquea el sentido del oído cuando se tiene un resfriado u otra infección respiratoria?
La respuesta está en la trompa de Eustaquio, un estrecho conducto que conecta el oído con la parte posterior de la nariz, según explicó a Live Science por correo electrónico el Dr. John Fornadley, otorrinolaringólogo de Pensilvania y profesor clínico asociado de cirugía en la Universidad Estatal de Pensilvania.
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La trompa de Eustaquio suele estar cerrada, pero se abre cuando tragamos o bostezamos, según Stanford Medicine. Ayuda a drenar el exceso de mucosidad producido por el revestimiento del oído medio hacia la nariz y la garganta, y también es fundamental para nuestro sentido del oído.
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"Nuestros tímpanos vibran en respuesta al sonido y transmiten esta vibración al oído interno", explica Fornadley. "Para hacerlo con eficacia, el tímpano, como el tambor de un instrumento musical, necesita que el aire que hay detrás del tambor tenga la misma presión que el aire que hay en el exterior del tímpano para que la vibración sea normal". La trompa de Eustaquio conecta el espacio situado detrás del tímpano, conocido como oído medio, con la nariz para igualar la presión del aire en el oído medio con la del mundo exterior, explicó.
Cuando se produce una diferencia significativa en la presión del aire, la trompa de Eustaquio se abre rápidamente. Y si la trompa no se abre por sí sola, puedes forzarla pellizcándote la nariz y soplando aire en el oído.
"Somos más conscientes de que los oídos se destapan cuando viajamos en avión o subimos rápidamente una montaña en un vehículo", afirma Fornadley. "El proceso de apertura de la trompa de Eustaquio sigue siendo importante, sólo que más sutil, cuando se vive a nivel del mar".
Cuando un resfriado u otros virus respiratorios le infectan, desencadenan una respuesta inmunitaria. Para combatir la infección, la nariz y los senos nasales aumentan rápidamente su producción de mucosidad y se hinchan a medida que los tejidos se inflaman, creando la sensación de nariz taponada. Este exceso de líquido puede extenderse al oído a través de la trompa de Eustaquio y, como consecuencia, embotar la vibración del tímpano.
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"Por este motivo, la congestión nasal disminuye temporalmente la audición", afirma Fornadley.
Además, la consiguiente acumulación de mucosidad en la trompa de Eustaquio puede provocar a veces una infección del oído medio, empeorando los problemas auditivos. Esta complicación común de los resfriados es especialmente frecuente en bebés y niños pequeños. Se calcula que 5 de cada 6 niños padecerán al menos una infección de oído antes de cumplir tres años, según el Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación. En comparación con las de los adultos, las trompas de Eustaquio de los niños son más pequeñas y horizontales que las de los adultos, por lo que les resulta más difícil drenar los líquidos del oído.
Las infecciones del oído medio pueden disminuir temporalmente el volumen percibido de los sonidos hasta 40 decibelios, produciendo una sensación similar a la de llevar un par de tapones en los oídos, según una revisión de 2022 publicada en la revista Cureus. Las infecciones recurrentes o no tratadas del oído medio pueden acabar provocando una perforación del tímpano y, en los casos más graves, una pérdida de audición permanente, señala la revisión.
Pero, afortunadamente, la pérdida de audición leve que se experimenta durante un resfriado suele desaparecer por sí sola una vez que se resuelve la enfermedad.
Este artículo sólo tiene fines informativos y no pretende ofrecer consejos médicos.
