Los humanos inhalamos el equivalente a una tarjeta de crédito de microplásticos cada semana. Aquí es donde acaban.
Los seres humanos pueden estar inhalando el equivalente a una tarjeta de crédito de microplásticos tóxicos cada semana y, por primera vez, los científicos han averiguado dónde acaban en el organismo.
En 2019, un equipo de científicos estimó que hasta 16,2 trozos de microplástico entran en nuestras vías respiratorias cada hora, lo que equivale al valor de una tarjeta de crédito cada semana. Ahora, los investigadores se han basado en estos hallazgos para averiguar cómo se desplaza el plástico por nuestro sistema respiratorio.
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), los microplásticos son pequeños trozos de plástico que miden menos de 5 milímetros. Estos restos descompuestos de residuos industriales y bienes de consumo son imposibles de evitar; pueden encontrarse en el océano y la atmósfera, dentro del agua embotellada e incluso en la caca humana.
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Se han realizado pocos estudios sobre el impacto de los microplásticos tóxicos en la salud humana, especialmente en la salud respiratoria. Sin embargo, estudios recientes sugieren que estas diminutas partículas podrían plantear graves problemas de salud. Ahora, unos investigadores han utilizado un modelo informático para determinar las regiones de nuestras vías respiratorias más afectadas por la inhalación de microplásticos. Los científicos publicaron sus resultados el 13 de junio en la revista Physics of Fluids.
"Por primera vez, en 2022, los estudios hallaron microplásticos en las profundidades de las vías respiratorias humanas, lo que hace temer graves riesgos para la salud respiratoria", declaró en un comunicado el primer autor, Mohammad S. Islam, investigador principal de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Sídney).
Los científicos construyeron un modelo informático para analizar por dónde tienden a viajar los diminutos trozos dentro de nuestras vías respiratorias y dónde se depositan.
Al analizar esta circulación en condiciones de respiración lenta y rápida con tres posibles formas de plástico (esférica, tetraédrica y cilíndrica), los investigadores descubrieron que los trozos más grandes de microplástico -los que medían unas 5,56 micras (una setentaava parte de la anchura de un cabello humano)- eran los que tenían más probabilidades de quedar alojados. Estos trozos más grandes tendían a depositarse en las vías respiratorias superiores, como la cavidad nasal y la parte posterior de la garganta.
Aún se desconocen todos los efectos de los microplásticos sobre la salud humana. Sin embargo, se ha demostrado que matan células humanas y causan inflamación intestinal y reducciones de la fertilidad en ratones.
Los microplásticos también pueden ser portadores de virus, bacterias y otras sustancias químicas peligrosas, que hacen autostop en las superficies microscópicas del plástico.
Los investigadores afirman que sus próximos pasos consistirán en investigar cómo se depositan los plásticos en el interior de los pulmones humanos, teniendo en cuenta factores como la humedad y la temperatura. Señalaron que los microplásticos son cada vez más omnipresentes.
"Se han encontrado millones de toneladas de estas partículas microplásticas en el agua, el aire y el suelo. La producción mundial de microplásticos se está disparando, y la densidad de microplásticos en el aire está aumentando significativamente", afirmó Islam.