La tendencia 'Sober Coach' de TikTok está ayudando a los hombres a limpiar sus actos
A pesar de que el "grog" sigue desempeñando un papel central en la cultura australiana -especialmente para los "blokes" australianos, que lideran la embriaguez, sobre todo en lo que a borracheras se refiere-, los jóvenes siguen bebiendo menos que las generaciones precedentes. El imparable auge de un nuevo tipo de mentor online demuestra hasta qué punto han llegado las cosas...
No hace falta decir que a los australianos les gusta beber. Además de inventar el icónico shoey, 1 de cada 4 adultos australianos superó las directrices gubernamentales sobre el consumo de alcohol en adultos en el año 2020-21, y los nacidos en Australia tenían el doble de probabilidades de superar esas directrices en comparación con los nacidos en el extranjero.
En concreto, son los australianos los que mantienen viva nuestra gran tradición de alcoholismo. Los hombres tienen casi el doble de probabilidades que las mujeres de superar la mencionada pauta, son más propensos a beber regularmente hasta un punto de riesgo y tienen más del triple de probabilidades de consumir más de diez copas en una sola noche.
En resumen, los australianos son los mejores bebedores del mundo, pero los hombres australianos son extraordinarios bebedores compulsivos. Y sin embargo... Los datos siguen mostrando que los jóvenes de todo el mundo, incluidos los hombres australianos, beben menos que las generaciones que les precedieron, y así ha sido durante una década.
Alrededor del 66% de los jóvenes adultos australianos consumieron alcohol hasta marzo de 2020, casi 100.000 personas menos que el año anterior. La tendencia a más largo plazo lo muestra aún más claramente: el número de jóvenes de doce a quince años que beben se redujo a la mitad entre 2004 y 2014, pasando del 35% al 18%. En el mismo periodo, el consumo de alcohol entre los jóvenes de dieciséis a diecisiete años también se redujo drásticamente, del 81% al 59%.
Así pues, quizá no sorprenda que el tipo de contenido al que acceden los jóvenes en Internet parezca estar cambiando junto con sus hábitos cotidianos. Se acabaron los días de las superestrellas de la fiesta en línea, como el antiguo icono australiano Zyzz; ésta es la era del #sobercoach.
¿Qué es la tendencia #sobercoach?
Este nuevo hashtag tiene casi 30 millones de visitas en TikTok, y sus creadores acumulan 300.000 seguidores cada uno. Los vídeos de estos creadores varían en estilo y contenido, pero en todos los casos abogan apasionadamente contra el consumo total de alcohol.
Cada creador adopta un tacto diferente, presumiblemente con la esperanza de captar a un segmento específico de la comunidad sobria (o que busca serlo). Algunos se centran en el mayor tiempo y esfuerzo que se libera para ser un buen padre o marido al dejar la bebida.
Otros optan por centrarse en lo ligada que está la bebida a otros malos hábitos: consumo de drogas, tabaquismo, agresividad y disputas domésticas. Algunos se centran en la experiencia de la sobriedad como neurodivergente, especialmente para quienes padecen TDAH.
En un giro más creativo, algunos incluso se embadurnan las orejas con maquillaje y al-foil en un intento de demostrar lo ridícula que podría parecer a una especie extraterrestre la prevalencia del alcohol en la sociedad en general...
MIRA a continuación algunos ejemplos de influencers #sobercoach de TikTok.
El auge de este nuevo tipo de contenidos es innegable y parece imparable, pero admirar sus múltiples formas creativas no responde en realidad a la pregunta subyacente: ¿por qué los jóvenes beben mucho menos para que exista un espacio para este tipo de contenidos?
Como suele ocurrir, la respuesta es múltiple. Sin embargo, puede dividirse en unos pocos factores principales.Los
jóvenes están más concienciados con la salud y son más abiertos de mente
Una de ellas es una preocupación mucho mayor por su salud que la de las generaciones mayores. Los jóvenes no sólo están más preocupados por los efectos del alcohol en el cerebro, el hígado y otros órganos vitales, sino también por los riesgos para la salud mental asociados al consumo excesivo de alcohol y la adicción.
Otra es el cambiante panorama tecnológico: el auge de las redes sociales y el registro permanente de las borracheras que permiten estas plataformas disuade a los adolescentes de la idea de emborracharse hasta las trancas, no sea que al día siguiente aparezca en Internet un puñado de fotos poco halagüeñas.
Además, la accesibilidad de otras actividades en línea, como los juegos, que no requieren (necesariamente) el consumo de alcohol, ofrece alternativas sobrias a los adolescentes.
Sin embargo, quizá el principal factor sea el cambio en las relaciones familiares. Los teléfonos móviles hacen que sea mucho más fácil "seguir" el comportamiento de los hijos adolescentes en una noche de fiesta, y los padres son mucho menos propensos a comprar alcohol a sus hijos que en años pasados.
Pero esto hace que las cosas suenen mucho más draconianas de lo que realmente son. Los adolescentes pasan más tiempo con sus padres que antes y, como consecuencia, desarrollan relaciones más comunicativas con ellos.
Esto ha provocado un cambio de paradigma en la forma en que los jóvenes perciben el consumo excesivo de alcohol en la adolescencia: ya no es un indicador de independencia, edad adulta y rebeldía. En su lugar, la abstinencia ha surgido como la forma socialmente aceptable de diferenciarse de sus compañeros y mayores.