La sangre de bebé: el secreto de la juventud
Un estudio descubre que la sangre de bebé nos ayuda a permanecer jóvenes y a conservar nuestras funciones.
Un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, en California, ha investigado sobre el envejecimiento y sobre cómo el paso del tiempo afecta a las funciones neuronales y cognitivas. Areas del organismo como la comprensión, la memoria o el aprendizaje son las más afectadas cuando envejecemos, lo que está relacionado con muchos trastornos neurológicos.
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Este equipo de científicos parece haber encontrado una solución para evitar el deterioro de estas funciones. Tras varios experimentos con ratones y con sangre humana procedente de personas en distintos rangos de edad, han dado con la clave de aquello podría ayudarnos a recuperar nuestras funciones: la sangre del cordón umbilical.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores quisieron comprobar cómo afectaba a las funciones de los ratones la sangre de personas de entre 61 y 82 años, de jóvenes de entre 19 y 23 años y, por último, la sangre más joven y fresca, la extraída del cordón umbilical de los bebés. Fue este último grupo el que mejoró en los ratones sus funciones de forma significativa.
Esto se debe a que la sangre del cordón umbilical contiene una proteína que es muy abundante en los bebés pero que disminuye con la edad. Al inyectar esta proteína a través de la sangre del cordón umbilical en una persona mayor, la proteína era capaz de hacer un efecto rejuvenecedor muy significativo.
Este descubrimiento es muy esperanzador, ya que podría ser muy relevante en el desarrollo de nuevos fármacos aplicados a enfermedades como el Alzheimer, la cual está relacionada con el deterioro de esta proteína.