El primer escáner de un cerebro humano moribundo revela que la vida puede "pasar por delante de los ojos
<img src="/pics/2022/02/el-primer-escaner-de-un-cerebro-humano-moribundo-revela-que-la-vida-puede-pasar-por-delante-de-los-ojos-2.jpg" alt="El primer escáner de un cerebro humano moribundo revela que la vida puede "pasar por delante de los ojos"> </p> <figcaption itemprop="caption description" class=" inline-layout">Los científicos captaron recientemente el primer escáner de un cerebro humano moribundo cuando un paciente de edad avanzada murió repentinamente mientras le hacían el escáner. (Crédito de la imagen: Shutterstock) </figcaption> </a>
Después de que un paciente anciano muriera repentinamente durante una prueba rutinaria, los científicos captaron accidentalmente datos únicos sobre la actividad de su cerebro al final de su vida: Durante los 30 segundos anteriores y posteriores a la parada del corazón del hombre, sus ondas cerebrales eran notablemente similares a las que se observan durante el sueño, el recuerdo y la meditación, lo que sugiere que las personas pueden ver realmente su vida "pasar ante sus ojos" cuando mueren.
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Las oleadas de actividad en el cerebro humano moribundo podrían indicar experiencias conscientes fugaces
Algunas personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte han informado del fenómeno de la reproducción de recuerdos pasados al morir. Pero ésta es la primera prueba científica de que este "flash" podría ser real. Sin embargo, al tratarse del único estudio de caso, es imposible hacer más suposiciones sobre lo común que puede ser el fenómeno o cómo puede ser la experiencia.
Los investigadores hicieron el sorprendente descubrimiento en 2016 mientras estudiaban la actividad cerebral de un hombre canadiense de 87 años que había desarrollado epilepsia. El equipo estaba realizando un electroencefalograma (EEG) -una prueba que detecta anomalías en la actividad eléctrica del cerebro- para saber más sobre lo que ocurría durante sus convulsiones. Fue entonces cuando el hombre sufrió un repentino y fatal ataque al corazón. La inesperada muerte del paciente significó que el equipo había realizado accidentalmente la primera grabación de un cerebro moribundo, dijeron los investigadores en un comunicado.
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En total, los investigadores registraron unos 900 segundos de actividad cerebral antes e inmediatamente después de la muerte del paciente. Esto les permitió ver cómo cambiaban sus oscilaciones neuronales -patrones repetitivos de actividad neuronal, también conocidos como ondas cerebrales- mientras moría. Descubrieron que en los 30 segundos anteriores y posteriores a la parada de su corazón se produjo un cambio inusual en la actividad de sus ondas cerebrales.
"Justo antes y después de que el corazón dejara de funcionar, observamos cambios en una banda específica de oscilaciones neuronales", dijo en el comunicado el Dr. Ajmal Zemmar, investigador principal y neurocirujano de la Universidad de Toronto (Canadá) en la época en que se produjo el caso del hombre. Estos tipos específicos de oscilaciones se conocen como ondas gamma, añadió Zemmar, que ahora está en la Universidad de Louisville, en Kentucky.
Las oscilaciones neuronales se clasifican en función de su frecuencia y amplitud. Las ondas gamma tienen una frecuencia de entre 30 y 100 hercios, la más alta de todas las oscilaciones, y se observan con mayor frecuencia en el cerebro cuando las personas acceden a su centro de memoria, en una región llamada hipocampo, durante los sueños.
El equipo también recopiló datos sobre otros tipos de oscilaciones durante la muerte, como las ondas delta, theta, alfa y beta. Pero fueron las ondas gamma las que apuntaron a que el hombre repetía en su cerebro los recuerdos de toda su vida, un fenómeno conocido como recuerdo vital.
<img src="/pics/2022/02/el-primer-escaner-de-un-cerebro-humano-moribundo-revela-que-la-vida-puede-pasar-por-delante-de-los-ojos-12.jpg" alt="El primer escáner de un cerebro humano moribundo revela que la vida puede "pasar por delante de los ojos"> </p> <figcaption itemprop="caption description" class=" inline-layout"> Un diagrama que muestra las frecuencias de diferentes tipos de oscilaciones neuronales, u ondas cerebrales. (Crédito de la imagen: Shutterstock) </figcaption> </a>
"A través de la generación de oscilaciones implicadas en la recuperación de la memoria, el cerebro puede estar reproduciendo un último recuerdo de los acontecimientos importantes de la vida justo antes de morir, similar a los que se registran en las experiencias cercanas a la muerte", dijo Zemmar en el comunicado.
Los experimentos con ratas han demostrado que los roedores también experimentan niveles similares de oscilaciones gamma en torno al momento de la muerte, según el comunicado. Por lo tanto, los investigadores especulan que el recuerdo de la vida puede ser una experiencia universal compartida por la mayoría de los cerebros de los mamíferos moribundos, aunque las pruebas que lo respaldan son mínimas.
Pero los investigadores advirtieron que sería prematuro afirmar de forma concluyente que el recuerdo de la vida es un fenómeno real. El moribundo era anciano y tenía epilepsia, que se sabe que altera la actividad de las ondas gamma. Esto podría significar que su actividad cerebral durante la muerte fuera diferente a la de alguien sin epilepsia. Además, no hay forma de saber si el hombre veía o percibía realmente sus recuerdos pasados o si sólo se encontraba en un estado de ensoñación provocado por el deterioro de su sistema nervioso.
Por lo tanto, se necesita mucha más investigación para sacar conclusiones concretas sobre el recuerdo de la vida, advirtieron los investigadores. El informe sobre el caso de este hombre no se publicó hasta seis años después de su muerte porque los investigadores esperaban encontrar más estudios de casos de cerebros moribundos para apoyar sus afirmaciones, pero se quedaron con las manos vacías, según la BBC.
Sin embargo, los hallazgos podrían servir de consuelo a los amigos y familiares durante la "indescriptiblemente difícil" experiencia de perder a los seres queridos, dijeron los investigadores. "Aunque nuestros seres queridos tengan los ojos cerrados y estén listos para dejarnos descansar, sus cerebros pueden estar reproduciendo algunos de los momentos más agradables que experimentaron en sus vidas", dijo Zemmar en el comunicado.
El informe del caso se publicó en línea el 22 de febrero en la revista Frontiers in Aging Neuroscience.