El fĂștbol se sienta en el banquillo
El fútbol español se sienta en el banquillo, pero de los acusados. Cada vez la connivencia de la información deportiva con la de tribunales aumenta y los aficionados se escandalizan con las tramas que llegan a sus oídos.
Es grave el caso del Barcelona, que está siendo investigado por el desvío fiscal de millones de euros en el fichaje de Neymar. En el banquillo se sentarán el presidente actual, José María Bartomeu, pero también muchos otros dirigentes del club blaugrana. Feo asunto es defraudar al fisco. Al Barça se le suma otro litigio, la sanción de la FIFA que le impedirá fichar en los próximos años a causa de la política de fichajes de menores en la Massía.
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Pero la corrupción no es exclusiva del Barcelona. En estos días están pasando por el juzgado muchos testigos sobre el supuesto amaño de partidos, una trama que salpica a clubes como el Espanyol, el Betis, Zaragoza e incluso se rumorea Madrid y Barcelona, con el Osasuna en el ojo del huracán. El club navarro habría desviado de sus fondos 2,4 millones de euros para comprar partidos.
Suárez, presidente del Valladolid declaró ante el juez que su equipo había descendido dos veces a segunda a causa de los amaños. El presidente de la Liga, Javier Tebas, no fue más tranquilizador en su declaración: habló de la compra de partidos como moneda de cambio habitual y de las apuestas como fuente de dinero para los futbolistas.
Y a estos casos nacionales podríamos sumar el escándalo de la FIFA y su expresidente Joseph Blatter, con algunos de sus delegados entre los más buscados del mundo.
Parece que el deporte rey está empezando a oler a podrido y además de los campos las competiciones se disputarán en los juzgados. Y es que todo resulta peor cuando el fútbol se sienta en el banquillo.