Así se imprime una pizza con una impresora 3D
¿Cómo imprimir comida con una impresora 3D?
No hay duda de que las impresoras 3D son el invento del milenio. Y eso que aún queda mucho por avanzar en este invento. Por el momento, ya hemos visto como las impresoras 3D suponían todo un avance en campos como las ecografías en relieve o la arquitectura. Otros ámbitos no dejan de ser menos curiosos, como por ejemplo la cocina.
Las pizzas menos saludables según la OCU
Huesos impresos en impresora 3D
Reconstruyen el cráneo fracturado de una mujer con una impresora 3D
Mi enero seco se convirtió en enero húmedo y aún así lo considero una victoria
El primer restaurante creado únicamente con impresoras 3D se llama Food ink y es itinerante. Su menú cuesta 300 euros y todos sus platos son creados con una impresora 3D, así como sus muebles y sus mesas. Los expertos en alimentación ven este descubrimiento como un gran paso para acabar con las alergias o las intolerancias a ciertos alimentos, ya que podría ofrecer la posibilidad de esquivar ingredientes muy concretos a la hora de crear los platos.
Actualmente, las impresoras 3D para comida tienen un precio de unos 1.000 euros y son similares a una manga pastelera. Tras introducirle distintas cápsulas con diferentes ingredientes, la impresora va imprimiendo los alimentos por capas. Aunque ya se ha conseguido que se puedan imprimir una gran cantidad de alimentos, hay aún hay ingredientes que se le resisten.
Por ejemplo, el proceso para imprimir una pizza en esta impresora 3D consiste en conseguir los ingredientes, programarlos y esperar a que la pizza se prepare. Este proceso puede durar entre 5 y 20 minutos, según la dificultad de la receta.
Aún queda mucho por hacer para imprimir comida con una impresora 3D pero los investigadores piensan que, en unos años, las impresoras 3D para comida podrían ocupar un lugar en nuestras cocinas similar al del microondas o el horno.