8 consejos para ayudarle a tomar su próxima gran decisión
Pensar en lo que se va a cenar. Encontrar un nuevo programa para ver. Elegir el mecánico adecuado para reparar su coche. Decidir si debes enfrentarte a un compañero de trabajo que se ha atribuido tu idea.
En un día cualquiera, es posible que tomes más decisiones de las que puedes contar. Algunas decisiones menores o a pequeña escala pueden ser más fáciles de tomar, pero no necesariamente, como puede confirmar cualquiera que haya pasado más tiempo hojeando Netflix que viendo una serie.
Sin embargo, cuando se trata de decisiones importantes o que pueden alterar la vida, es posible que te encuentres agonizando sobre tus elecciones, y sus posibles consecuencias, durante horas o días.
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La dificultad para tomar decisiones suele provenir de la idea errónea de que sólo hay una opción "correcta" y otra "incorrecta", explica Alison Gómez, terapeuta matrimonial y familiar licenciada en California. Pero darse permiso para explorar, cometer errores y aprender de sus experiencias puede aliviar parte de esta presión, según Gómez.
Gómez también dice que aprender ciertas habilidades para tomar decisiones puede eliminar mucho estrés a la hora de tomarlas y ayudarte:
- tomar decisiones de manera más eficiente
- cumplir mejor sus objetivos
- tomar decisiones de las que es menos probable que te arrepientas después
La construcción de habilidades sólidas para la toma de decisiones también puede ayudar a aumentar su confianza, dice Rachel Larrain Montoni, una psicóloga licenciada que ofrece terapia en Washington D.C. y Nueva York. Este aumento de la confianza puede ayudarte a sentirte más capacitado y seguro de ti mismo cuando te enfrentes a decisiones difíciles en el futuro.
A continuación, encontrará ocho estrategias que pueden ayudarle a obtener cierta claridad durante el proceso de toma de decisiones.
1. Identifica tus objetivos y valores
A la hora de tomar grandes decisiones que cambian la vida, Liz White, psicóloga clínica y fundadora de Harley Clinical Psychology, recomienda definir primero tus objetivos y valores y luego preguntarte qué opción se alinea mejor con ellos.
Saber qué es lo más importante para usted puede ayudarle a tomar la decisión que mejor se adapte a sus necesidades.
Digamos que estás tratando de decidir si debes mudarte al otro lado del país por una prometedora oportunidad profesional. Si uno de tus valores fundamentales son las relaciones familiares y la mudanza te acercará a tus seres queridos, puede que decidas que vale la pena hacer el cambio. Por el contrario, si la libertad y la flexibilidad son algunos de tus valores fundamentales, y este trabajo conlleva un horario rígido, puede que decidas no hacerlo.
Este enfoque también puede ser muy beneficioso si tienes tendencia a complacer a la gente. Identificar tus propios valores y objetivos vitales puede ayudarte a tomar decisiones basadas en lo que es mejor para ti, en lugar de lo que es mejor para los demás.
2. Reduzca sus opciones
A menudo resulta más difícil tomar decisiones cuando se tienen demasiadas opciones que considerar.
En un estudio antiguo, los clientes de una tienda de comestibles se encontraron con uno de los dos expositores que ofrecían muestras gratuitas de mermelada. Un expositor ofrecía 6 sabores, mientras que el otro ofrecía 24 sabores. Aunque había más clientes que se detenían en el expositor con más sabores, era mucho menos probable que compraran un tarro de mermelada que los clientes que se detenían en el expositor con sólo 6 sabores. Los investigadores atribuyeron este hallazgo a la "sobrecarga de opciones".
En resumen, una gran cantidad de opciones puede hacer que se sienta tan abrumado que acabe por no tomar ninguna decisión.
Por lo tanto, establecer algunos límites en torno a tus decisiones puede hacerlas más fáciles. Por ejemplo:
- ¿Está tratando de elegir un contratista para arreglar sus ventanas? Programe presupuestos con tres profesionales.
- ¿Buscas un traje nuevo para la boda de una amiga? Limítate a mirar dos tiendas.
- ¿Estás listo para probar una nueva afición? Anota tus tres mejores opciones y saca una de un sombrero.
3. Reconecta con tu cuerpo físico
¿Te das cuenta de que empiezas a pensar demasiado en una decisión concreta? Según la terapeuta matrimonial y familiar Lindsey Ferris, tomarse un respiro para prestar atención a la situación -ya sea una meditación de 10 minutos, ejercicios de respiración o yoga reconstituyente- podría ayudar.
Una
- aumentar la conciencia y la aceptación sin prejuicios del presente
- aumentar la empatía
- ayudar a regular las emociones
- fomentar el pensamiento reflexivo
- reducir la impulsividad
Tal vez estés tratando de decidir si te mudas con tu pareja o sigues viviendo solo.
"Piensa en todas tus opciones y escucha cómo reacciona tu cuerpo", sugiere Ferris.
Es posible que te sientes en silencio con la idea de irnos a vivir juntos, examinando mentalmente tu cuerpo en busca de signos de reacción. Si sientes cierta opresión en el pecho, tensión en la mandíbula o malestar en el estómago, eso podría sugerir que aún no estás preparado para dar el salto: alguna parte de ti todavía se resiste a la idea.
4. Pide una segunda opinión
A veces, puede ser útil obtener el punto de vista de un amigo cercano o de un miembro de la familia, sobre todo cuando se trata de tomar grandes decisiones que podrían afectar a toda tu vida. Sólo asegúrate de hablar con alguien con quien te sientas emocionalmente seguro, dice Ferris.
Por supuesto, pedir a todos tus conocidos que te den su opinión podría abrumarte aún más si tienen opiniones contradictorias. Montoni sugiere que elijas a una persona que tenga experiencia previa en el tema en cuestión o en cuyo juicio confíes realmente.
Cuando intentes decidir si debes enviar a tu hijo a la escuela infantil, por ejemplo, puedes considerar la posibilidad de preguntar a un hermano o amigo que tenga hijos más o menos de la misma edad.
5. Haz un balance de la decisión
Enumerar los pros y los contras es una técnica práctica que puedes utilizar para decidir si haces un cambio o no, dice Montoni.
En tu gráfico, incluye dos columnas: una para los pros y otra para los contras. El gráfico también tendrá dos filas: una que represente el cambio y otra para mantener las cosas igual.
Digamos que hace tiempo que sientes que tu relación no satisface tus necesidades. Tu pareja es amable y atenta, pero hay algo que no encaja. Has pensado en romper la relación, pero aún no te has decidido, así que decides probar con una carta para tener más claridad.
Su gráfico podría ser algo así:
Pros | Cons | |
Romper con mi pareja | 1. Tendré más tiempo para dedicar a los amigos, y a las aficiones, el autocuidado y la superación personal. 2. Estaré libre para conocer potencialmente a otras personas.
3. Podré viajar más y vivir donde quiera sin preocuparme de cómo se sientan. | 1. Podría sentirme solo una vez que esté soltero. 2. La conversación sobre la ruptura puede resultar incómoda. |
Permanecer en la relación | 1. No tendré que sentirme culpable por romper con ellos. 2. Tendré a alguien como apoyo y compañía. | 1. Podría sentirme resentido por quedarme sólo para no hacerles daño. 2. Podría perderme de conocer a alguien que se adapte mejor a mí. 3. 3. Podría tener que romper con ellos en algún momento, y podría ser aún más doloroso más adelante. |
Cuando consideres tus pensamientos expuestos con claridad en el gráfico, te darás cuenta de que terminar la relación tiene más pros, mientras que quedarse tiene más contras.
Y lo que es más importante, puede que te des cuenta de que tus razones para quedarte tienen mucho que ver con no querer herir o molestar a tu pareja, mientras que tus razones para terminar las cosas tienen más que ver con tus propias necesidades personales.
Los gráficos y las listas no pueden tomar la decisión por ti, por supuesto. Pero te ayudan a ordenar tus pensamientos en un formato legible, lo que puede facilitar el proceso, al final.
¿Podría el cambio en sí mismo tener beneficios?
Algunos datos sugieren que las personas que realizan un cambio suelen sentirse más satisfechas con sus decisiones que las que no cambian nada.
En un estudio realizado en 2020, los investigadores pidieron a las personas que tomaran decisiones importantes en su vida basándose en el resultado de un lanzamiento de moneda. Los participantes tomaron decisiones sobre cosas como dejar su trabajo, romper con su pareja o pedirle matrimonio, iniciar su propio negocio y dejar de beber alcohol.
Las personas que hicieron un cambio debido a los resultados del lanzamiento de la moneda informaron de que se sentían más felices 6 meses después en comparación con los que no hicieron ningún cambio. También eran más propensos a decir que tomarían la misma decisión si volvieran a enfrentarse al mismo dilema.
Dicho esto, el estudio tenía una serie de limitaciones, entre ellas el hecho de que se basaba en autoinformes. Los investigadores tampoco pudieron comprobar que el cambio aumentara realmente la felicidad de los participantes.
En resumen, puede que el lanzamiento de una moneda no sea la forma ideal de tomar todas las decisiones, pero si se ha planteado hacer un cambio, podría merecer la pena intentarlo.
6. Considerar los mejores y peores escenarios
Para poner las cosas en perspectiva, Montoni sugiere considerar los mejores y peores resultados posibles para cada elección.
Si tiendes a pensar de forma pesimista, esta técnica puede recordarte los posibles aspectos positivos de tu decisión. También puede reforzar el hecho de que incluso el peor escenario puede no afectar tanto a tu vida en general.
Digamos que has solicitado un puesto de trabajo en una empresa que admiras. Aunque estás poco cualificado para el puesto, crees que puedes adquirir fácilmente las habilidades que no tienes y tienes la pasión para hacer bien el trabajo.
Pero cuando el departamento de contratación te llama para ofrecerte una entrevista, empiezas a sentirte un poco ansioso y te preguntas si deberías aceptar. Al fin y al cabo, no tienes todas y cada una de las habilidades que querían en un candidato.
Al intentar este ejercicio, podrías identificar "avergonzarme en la entrevista" y "no conseguir el trabajo" como tus peores escenarios.
Pero entonces consideras el mejor resultado posible: Que admiren tu motivación y entusiasmo, y que consigas el trabajo. Esta posibilidad te ayuda a decidirte a aceptar la entrevista.
7. Prueba a escribir un diario
Poner por escrito tus pensamientos y sentimientos sobre una decisión concreta puede ayudarte a resolver algunas de tus dudas y miedos y, en última instancia, proporcionarte una visión adicional sobre lo que esperas conseguir con esa decisión, dice Ferris.
Unas cuantas sugerencias para empezar a escribir el diario:
- ¿Pensar en una opción en particular te hace sentir energizado o agotado? ¿Por qué?
- ¿Qué información adicional necesitas antes de tomar una decisión?
- Visualízate dentro de 5 años, después de haber tomado tu decisión. Describe tu vida cotidiana.
- Imagina que un ser querido se enfrenta a la misma decisión y escríbele una carta ofreciéndole tus pensamientos y consejos.
8. Recuerda: eres resistente
Tomar ciertas decisiones puede resultar desalentador, sobre todo cuando te dejas llevar por lo que podría salir mal. Por eso Gómez dice que es importante recordar que, pase lo que pase, sobrevivirás y te adaptarás.
"La vida siempre está en movimiento, y puedes seguir tomando decisiones para corregir el error o aprender de él", añade Gómez.
Tómate un momento para recordar algunas decisiones que desearías poder cambiar. Incluso si no te sientes muy satisfecho con el resultado, puede que hayas ganado algo positivo, de todos modos: nuevos conocimientos sobre ti mismo, o claridad sobre tus necesidades, por ejemplo.
Cuando recuerdes que todavía puedes prosperar después de tomar una decisión que no funcione, puede que sientas menos miedo de tomar la llamada decisión "equivocada".
Lo esencial
Hay muchas técnicas que pueden ayudarte a tomar decisiones difíciles, desde meditar y llevar un diario hasta consultar con un ser querido de confianza. Sólo hay que tener en cuenta que no hay una única forma correcta de tomar una decisión, al igual que no hay una única decisión correcta, y que no todos estos métodos funcionarán para todo el mundo.
"Desarrollar una capacidad de toma de decisiones eficaz y eficiente es un proceso que evoluciona, así que date gracia mientras trabajas en ello", dice Montoni.
Un terapeuta puede ofrecerte más apoyo si a menudo dudas de tus capacidades y de tu conocimiento de ti mismo, o si constantemente te resulta difícil tomar alguna decisión.
Rebecca Strong es una escritora independiente afincada en Boston que cubre temas de salud y bienestar, fitness, alimentación, estilo de vida y belleza. Su trabajo también ha aparecido en Insider, Bustle, StyleCaster, Eat This Not That, AskMen y Elite Daily.