5 señales de que el tratamiento de la EPOC no está funcionando
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Aunque actualmente no existe una cura, puede encontrar formas de vivir con la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) gracias a los broncodilatadores, los esteroides, la rehabilitación pulmonar y el oxígeno suplementario. El truco está en encontrar el plan de tratamiento adecuado para usted.
"La EPOC puede ser de distintos tipos. Algunas personas sólo padecen enfisema, otras sólo bronquitis crónica, y muchas tienen un poco de ambas", dice el Dr. Elliot D. Backer, neumólogo del Centro Médico Dartmouth Hitchcock de Lebanon, New Hampshire. De modo que lo que ayuda a una persona a controlar su EPOC puede no funcionar para otra".
Conozca a los expertos: Elliot D. Backer, M.D., neumólogo del Dartmouth Hitchcock Medical Center, en Lebanon, New Hampshire; Nathaniel Marchetti, D.O., director médico de la Unidad de Cuidados Intensivos Respiratorios del Temple University Hospital, en Filadelfia.
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Depende de usted controlar los síntomas y observar cuándo empiezan a empeorar. "Si experimenta una progresión de los síntomas y éstos son persistentes, puede ser un indicio de que no tiene un control adecuado de la enfermedad", dice el Dr. Backer. "Esa es una buena oportunidad para ver a su proveedor de atención primaria o ser referido a un neumólogo para ver los medicamentos que está tomando y ver si se pueden ofrecer áreas de mejora."
En particular, preste atención a estas cinco señales, que pueden indicar que ha llegado el momento de concertar una cita para revisar su plan de cuidados.
1. Falta de aliento persistente
La EPOC dificulta la respiración debido a una o ambas de las siguientes causas:
- Los alvéolos pulmonares (que intercambian oxígeno y dióxido de carbono con la sangre) no pueden expandirse y contraerse como antes.
- La inflamación y la mucosidad estrechan las vías respiratorias.
Ambos factores dificultan la entrada y salida de aire de los pulmones. Las personas con EPOC no suelen notar ninguna dificultad para respirar cuando están sentadas o tumbadas. Pero cuando suben un tramo de escaleras, pueden tener la sensación de que no les entra suficiente aire en el pecho o de que se están asfixiando. O pueden descubrir que su resistencia ya no es la que era, y tienen que acortar sus paseos habituales al aire libre, o cortar el césped del jardín delantero un día y el del jardín trasero otro, en lugar de hacer las dos cosas el mismo día.
En cualquiera de estos casos, "podría ser un signo de reagudización; también podría indicar que la terapia no está funcionando por un motivo u otro", explica el doctor Nathaniel Marchetti, director médico de la Unidad de Cuidados Intensivos Respiratorios del Hospital Universitario Temple, en Filadelfia. "Y en personas de 60 años o más con antecedentes de tabaquismo, puede haber otros procesos patológicos, como cardiopatías o cáncer de pulmón".
2. Aumento de la producción de mucosidad
Muchas personas con EPOC producen un exceso de mucosidad (también llamada flema o esputo). Esto, también llamado bronquitis crónica, puede provocar una acumulación en las vías respiratorias. Y a menudo no se puede expulsar toda la mucosidad al toser, porque la EPOC también debilita los músculos respiratorios y daña los cilios, las estructuras similares a pelos que ayudan a eliminar la mucosidad.
Si tiene la sensación de tener más mucosidad que antes o se produce un cambio en el color del esputo, puede indicar que está sufriendo un brote o que tiene una infección bacteriana.
3. Exacerbaciones frecuentes
Si experimentas una intensificación de las sibilancias, la producción de mucosidad, la dificultad para respirar u otros síntomas de forma repentina, y estos problemas duran dos días o más, estás sufriendo lo que se denomina un brote o exacerbación de la EPOC. "Pasas de sentirte mal a sentirte realmente mal", afirma el Dr. Marchetti.
A menudo causadas por la exposición a irritantes -como el humo de incendios forestales, la contaminación atmosférica o el polvo en el entorno laboral- o por infecciones respiratorias como la gripe, las exacerbaciones son frecuentes. Sin embargo, si se producen con más frecuencia que antes, es posible que la enfermedad esté avanzando, dice el Dr. Backer. No deje de hablar con su médico sobre ellas, ya que las exacerbaciones de la EPOC se asocian a peores resultados, incluidos más brotes y la muerte.
4. Tos crónica que empeora
La tos es un síntoma habitual de la EPOC, debido a la inflamación y la mucosidad de las vías respiratorias. Si empieza a empeorar, puede aumentar el riesgo de exacerbaciones y mortalidad, y puede indicar que su enfermedad está progresando. Al mismo tiempo, los motivos por los que se intensifica la tos pueden ser muchos. Confíe en su instinto: Si tiene una tos distinta de la normal, consulte a su médico, dice el Dr. Backer.
5. Sibilancias recurrentes y opresión torácica
Las sibilancias, que pueden sonar como un silbido al respirar (aunque es posible que necesite un estetoscopio para oírlas), y la opresión torácica suelen ir de la mano. Esto ocurre porque las vías respiratorias están obstruidas y es necesario abrirlas para que el aire circule mejor. Por eso, si las sibilancias reaparecen una y otra vez, es posible que necesites otro inhalador u otro medicamento para dilatar las vías respiratorias. También podrían indicar problemas cardíacos, que pueden diagnosticarse con pruebas como una tomografía computarizada del tórax o un ecocardiograma.
Qué hacer ante estos signos
Si nota algo diferente en los síntomas de la EPOC, concierte una cita con su médico. Puede tratarse de su médico de atención primaria o de un neumólogo. En cualquier caso, prepárese para hablar con él sobre lo que está experimentando. Según los expertos, la mejor forma de hacerlo es anotar sus síntomas diarios en un diario, lo que puede facilitar la identificación de los brotes frente a los problemas a largo plazo.
Además, el Dr. Backer sugiere establecer una línea de base basada en cómo se sentía hace seis meses, un año o cinco años, y luego compararla con cómo se siente actualmente. "Eso empieza a dibujar el panorama, y podemos empezar a conectar los puntos de una tendencia a la baja", explica. "Nos ayuda a pensar hacia dónde se dirige esto y lo agresivos que tenemos que ser", en términos de tratamiento.
En su cita...
Prepárese para hablar con su médico. Lleve su diario de síntomas, su(s) inhalador(es) y cualquier otro medicamento; por un lado, si utiliza varios, es posible que olvide los nombres de algunos de ellos si no los lleva consigo. Por otro, tu médico puede ver cómo los utilizas. "A menudo, podemos hacer ajustes o añadidos para que sean más eficaces", dice el Dr. Backer.
Cuando llegue el momento de hablar de lo que le ocurre con su EPOC, no exagere las cosas, pero tampoco oculte cómo afectan sus síntomas a su funcionamiento diario. "La cuestión de los inhaladores es: ¿Te hacen sentir mejor? ¿Mejoran tu calidad de vida?". explica el Dr. Backer. "Si no es así, puede que tengamos que seguir buscando o añadir algo a esa medicación".
Al final, todo se reduce a abogar por uno mismo. Si crees que tu médico no está abordando adecuadamente tus preocupaciones, podrías decir algo como: "Parece que las cosas no van por buen camino; no me encuentro mejor". A continuación, podría preguntar:
- Otros inhaladores
- Pruebas adicionales (como una tomografía computarizada del tórax, una ecografía o ecocardiograma del corazón, o una prueba de esfuerzo)
- Derivación a un neumólogo
- Rehabilitación pulmonar
- Si cumple los requisitos para someterse a un cribado gratuito del cáncer de pulmón
Suele haber otros tratamientos que pueden ofrecerse para reducir el riesgo de progresión de la enfermedad. Pero debe estar atento a sus síntomas, de modo que pueda darse cuenta de cuándo algo no va bien y, a continuación, trabajar con su equipo médico para encontrar la solución.