4 inconvenientes de tener sexo en el agua
Cuidado con dónde practicas sexo este verano, hacerlo en el agua puede ser peligroso.
Con las altas temperaturas y las escapadas románticas en vacaciones, el verano parece la época perfecta para vivir una noche o una tarde de pasión a remojo junto a nuestra pareja. El sexo en el agua es algo que a todo el mundo llama la atención pero ¿es seguro mantener relaciones sexuales en el agua? No demasiado.
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Se pierde hidratación. ¿Cómo es posible, si estamos mojados? Pues sí, dentro del agua, no toda la humedad procede de nuestro cuerpo. El agua del mar o de la piscina hace que lubriquemos menos, lo que puede provocar irritación y dolor en los genitales. Es por eso que, aunque sintamos que todo está mojado, la penetración puede volverse complicada.
El condón no fluye. Y como consecuencia de la falta de lubricación, la tarea de poner el preservativo se vuelve más complicada que nunca.
Infecciones. El sexo en el agua hace que seamos más propensos a contraer infecciones. La constante humedad facilita la aparición de hongos y bacterias, especialmente en las mujeres.
La arena irrita. Si además el sitio elegido no es una piscina si no la playa, la arena puede aparecer de donde menos te esperes y cuando menos te esperes. Esto quiere decir que puede irritar nuestras zonas íntimas, creando pequeñas heridas que podrían infectarse.
Por lo tanto, el agua no es el mejor lugar para mantener relaciones sexuales, por mucho que haga calor y el ambiente parezca ser perfecto para ello. Si quieres probar el sexo en el agua, te recomendamos hacerlo en la ducha o en la bañera. Sin embargo, la playa o la piscina puede ser el lugar perfecto para caldear el ambiente antes de subir a terminar la faena a la habitación del hotel. ¿No te parece mucho mejor plan?