Ronaldinho quiere recuperar la chispa en el Querétaro mexicano
Ronaldinho, ese jugador que asombró al mundo con sus bicicletas y regates imposibles cuando vestía la camiseta del Barcelona. Pero también ese otro que echó a perder una carrera que apuntaba a legendaria por culpa de sus desfases nocturnos.
Ahora Ronaldinho quiere recuperar la chispa en el Querétaro mexicano. A sus 34 años, ¿habrá sentado la cabeza? No lo hizo en el Milán, ni en el Barcelona, ni durante su etapa en Brasil. A pesar de eso la euforia se palpa en las portadas de los periódicos, que no dudan en denominar su incorporación como "El fichaje del siglo". Para dar la razón a la prensa deberá volver a su mejor versión y dejar atrás las regañinas de Silvio Berlusconi por su afición a la juerga (le dijo la sartén al cazo) y el hecho de que el Flamengo abriese en 2011 una línea telefónica para que los aficionados denunciasen las salidas fuera de horas de Ronaldinho.
Dinho sabe lo que se dice de él y por eso lanzó este comunicado cuando se anunció el fichaje: "En el fútbol tenemos la suerte de que en cada partido cambia la historia. Hay que estar siempre preparado para dar la vuelta, hay que estar siempre mostrando que no se está viejo, que se está bien, que se continúa al nivel".
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