Por qué el Barça - Sevilla de Supercopa ha sido una de las mejores finales de la historia
Por qué el Barça - Sevilla de Supercopa ha sido una de las mejores finales de la historia.
Ya habíamos avisado de que prometía ser un partidazo. Con el trono de Europa en juego, el duelo de Supercopa tenía todos los ingredientes para ser un gran partido de fútbol. Pero nadie se podría imaginar lo que el encuentro nos tenía preparado:
Doble remontada, 9 goles, un Messi estratosférico en la primera parte y un Sevilla sobre el que están pidiendo en internet que haga el paseillo en autobus por las calles de la ciudad como si hubiese ganado. Porque el Sevilla ayer también ganó. Con equipo plagado de bajas importantísimas por culpa de la ya mundialmente conocida tortilla con unos huevos en mal estado, el club de nervión puso otros tantos de los ya mencionados para remontar un 4-1 con los goles de Reyes, Gameiro y Konoplyankaen tras una primera parte del Barça aplastante con un Messi casi insultante. Dos golazos de falta en 8 minutos, los mismos que ha marcado Cristiano Ronaldo en 16 meses. Las comparaciones son odiosas, pero inevitables.
El Sevilla empezaba ganando nada más comenzar el encuentro con un golazo de falta de Banega, pero el Barça respondería casi inmediatamente con los dos goles de Messi. Tres tantos de libre directo en apenas 15 minutos, lo nunca visto. Durante el resto de la primera parte, el Barça demostraba por qué ha ganado el triplete y es el mejor equipo del mundo: Control del balón, dominio del juego en todos los planos y jugadas de tiralíneas para la posteridad. El Sevilla no se arrugó y tuvo ocasiones claras como un centro raso y envenenado de Vitolo que se escapaba de las manos de Ter-Stegen y Piqué lo sacaba sobre la línea de gol. Con los goles posteriores de Rafinha, y el de Suárez al inicio de la segunda parte para poner el 4-1 en el marcador, parecía que el partido ya estaba sentenciado. Con cualquier otro equipo, un resultado en contra tan abultado sería suficiente, pero el Sevilla no es como cualquier otro equipo.
Los primeros minutos de la segunda parte eran el ahora o nunca para la remontada, y el Sevilla iniciaba su increíble cabalgada en busca de la victoria en un partido que pudo ganar. Porque con el 4-4 y el Barça en pleno K.O. anímico por la victoria táctica de Emery sobre Luis Enrique, parecía que el Sevilla se iba a llevar el encuentro en la prórroga.
Pero en el minuto 115, el guión de un partido extraordinario daba el protagonismo al personaje que más morbo podría aplicar a esta historia. A punto de salir del Barça, y con las redes sociales incendiadas por las palabras del secretario técnico del F.C. Barcelona asegurando en la previa del partido que el futbolista quiere marcharse del club blaugrana, hablamos, como no, de Pedro...
Porque así de loco es el fútbol, el canario, que es demasiado grande para estar en el banquillo, pero pequeño al lado de Neymar, nunca cuenta, y ayer, a pesar de la baja del brasileño tampoco jugaba y era Rafinha el que ocupaba su puesto. Pero Pedro demostró por qué es el jugador más determinante: Experto en hacer goles en las grandes finales, ayer mientras parecía recoger su finiquito porque está a punto de emigrar a Inglaterra, dejó su último regalo. El 5-4 definitivo para dar la victoria a un club que casi no cuenta con él.
-La soledad del héroe.
Y es que ahí está el problema: Pedro no está dispuesto a seguir chupando banquillo, y las rotaciones con Neymar son imensables. ¿Os imagináis a Neymar sonriente en el banquillo 1 de cada 3 partidos? Claro, y que más...
En cualquier caso, la marcha del canario parece inevitable y ayer se despidió de su club de la mejor manera posible, dando la victoria a los blaugrana ante un Sevilla que murió con las botas puestas y con su revólver todavía humeante tras la batalla, como los grandes héroes caídos del cine de acción.
Enhorabuena al Barça, al Sevilla, al fútbol y como no, a todos los que vimos el partido, porque el Barça - Sevilla de Supercopa ha sido una de las mejores finales de la historia.