Nuez de betel, la droga que ha enganchado a niños y adultos de todo un país
Papúa Nueva Guinea está enganchada a la nuez de betel, una droga muy adictiva que provoca cáncer oral.
En Papúa Nueva Guinea, hasta los niños de seis años mascan nuez de betel. Se trata de una droga que tiñe la boca de rojo y que tiene efectos energizantes, además de ser tan adictiva como la nicotina. Pero la adicción no es su único problema.
Mascar nuez de de betel aumenta las probabilidades de desarrollar cáncer antes de los 30, algo terriblemente peligroso en un país en el que no existen medios para tratar el cáncer. La tasa de cáncer oral en este país es tan alta debido a esta planta que una de cada 500 casos de cáncer oral diagnosticados en todo el mundo se da en este lugar. Además de los diagnosticados, muchos de ellos nunca se llegan a diagnosticar.
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Aunque se ha intentado prohibir su venta, la población actual de este país la consume en grandes cantidades y no cree que sea algo malo, por lo que deja que los niños pequeños lo hagan en sus casas y junto a su familia, en la que todos la consumen. Mientras que los niños se vuelven adictos a esta sensación de euforia a una edad muy temprana, los adultos la consideran necesaria para realizar todas las tareas de su día a día sin sentirse decaídos.
La nuez de betel cuesta entre 6 céntimos y 1,30 dólares, dependiendo de la zona en la que se adquiera. Para tomarla, solo hay que mascarla y escupirla. Los dientes y la boca se tiñen completamente de rojo, lo que el suelo de la ciudad esté lleno de saliva roja por todas partes, algo que aumenta la posibilidad de contagio de enfermedades como la tuberculosis.
La última vez que trató de prohibirse el consumo de nuez de betel, la ley tuvo que ser levantada antes de las elecciones generales.
