Los 5 mejores trucos para la falta de deseo sexual
¿Cómo aumentar la libido? Estos son los 5 mejores trucos para la falta de deseo sexual.
Hay muchos motivos por los que nuestro deseo sexual o libido puede verse disminuido. La libido es el deseo sexual que tiene una persona y, al igual que muchas otras características que nos definen, es diferente en cada uno de nosotros. Sigmund Freud definía la libido como la energía psíquica de carácter sexual que empuja por satisfacerse inmediatamente. Las razones que pueden hacer que nuestra libido baje durante un periodo de tiempo determinado son muchas. Y pueden ser tanto físicas como psicológicas. En el plano físico, nuestro deseo sexual puede verse afectado por cambios hormonales o por la ingesta de ciertos medicamentos, por ejemplo. En cuanto lo psíquico, una de las cosas que puede afectarnos es la depresión.
También hay otro motivo por el que nuestro deseo sexual puede verse mermado y es la falta de sexo. Cuando pasamos mucho tiempo sin tener sexo con otra persona, ya sea voluntaria o involuntariamente, nuestro cuerpo experimenta algunos cambios. Debido a la falta de endorfinas –la hormona conocida como la hormona de la felicidad, que es la que se libera cuando practicamos sexo–, tendemos a sentirnos más tristes y deprimidos, así como estresados. Otra de las cosas que le ocurre a nuestro cuerpo después de un tiempo sin tener relaciones sexuales es que nuestra libido baja. Como consecuencia de esta pérdida del deseo sexual, las mujeres pueden sufrir sequedad vaginal y los hombres pueden experimentar ciertos problemas de erección. Aunque pueda parecer grave, no debe ser preocupante, ya que se trata solo de algo temporal que solucionaremos una vez volvamos a mantener un ritmo normal en nuestra vida sexual.
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Descubre cómo aumentar el deseo sexual en la mujer
Sea cual sea el motivo por el que tu libido ha bajado, puede que necesitas un poco de ayuda para aumentar ese deseo sexual perdido y poder volver a disfrutar plenamente de tu vida sexual junto a tu pareja.
1. Si no surge, planifícalo
Si no sentimos ese deseo repentino e irremediable de tener sexo con nuestra pareja, ya sea por nuestra falta de deseo o porque hemos perdido la pasión en nuestra relación, planifica tus encuentros. La idea romántica del sexo y las relaciones nos hace creer que el sexo solo es válido cuando es espontáneo y pasional, pero la realidad es otra. Si tu pareja y tú no coincidís a menudo debido a vuestra rutina, o si os cuesta encontrar momentos de intimidad sin estar rodeados de otros miembros de la familia, debéis buscarlos y planificarlos. De esta forma le estaremos dando un empujoncito a nuestra vida sexual, dándole la oportunidad a ese esperado encuentro de que por fin se produzca. Además, la sensación de estar esperando a que llegue ese momento te ayudará a que tu deseo sexual empiece a manifestarse con más fuerza.
2. Dale más importancia a los preliminares
A diferencia de los hombres, el deseo sexual de las mujeres no se activa en cuestión de minutos. Las mujeres necesitan más tiempo y, si nuestra libido no está al máximo en ese momento, podemos trabajar para que lo esté. Recuérdale a tu pareja lo importante que son los preliminares para ti. Tomadlo como un juego y, por un momento, no penséis en que la penetración es el único fin de ese juego. Disfruta de los preliminares como acto sexual y tu deseo sexual se irá despertando poco a poco. Si el deseo sexual no está, lo bueno es que podemos trabajar en que aparezca. Se trata de paciencia y de comprensión por parte de nuestra pareja. Cuando aparezca, el sexo acabará siendo más pasional que nunca y el orgasmo aún más placentero.
3. Se optimista en tus relaciones
Cuando perdemos el deseo sexual podemos acabar frustrándonos. Muchos de los encuentros sexuales con nuestra apareja no acabarán bien y esto puede hacer que afrontemos los próximos encuentros de forma pesimista y con menos ganas cada vez. Si quieres superar este bache, es importante que te enfrentes a cada nuevo encuentro sexual con tu pareja de forma positiva y como si fuera el primero. Olvida lo que salió mal, cada vez puede ser diferente. Muéstrale a tu pareja lo que te gusta, guíalo en cuando a la forma en la que debe satisfacer tu deseo y muéstrale satisfacción cuando lo consiga. Esto también hará que aumente la seguridad en ambos y que las relaciones que tengáis sean cada vez más exitosas y placenteras.
4. No pienses en los problemas
El estrés en el trabajo, las preocupaciones familiares o las económicas pueden convertirse en los principales enemigos de nuestra libido si no conseguimos dejarlos fuera del dormitorio. Parece complicado, pero debemos tratar de no pensar en ellos cuando estamos en un momento íntimo con nuestra pareja. Las preocupaciones y el estrés nos impedirán disfrutar del momento, ya que nuestra mente estará en otro lugar, muy lejos de la cama. Las peleas con tu pareja tampoco ayudan, y el sexo no siempre es la solución a todas las peleas. Cuando vayáis a mantener relaciones sexuales, asegúrate de que serás capaz de concentrarte en el sexo y que podrás dejar atrás las discusiones y preocupaciones.
5. No tomes el orgasmo como única meta
No todas las mujeres necesitan tener un orgasmo para disfrutar del sexo. Aunque en el caso de los hombres es diferente, ambos deben ser comprensivos con la pareja. Si la mujer no puede alcanzar el orgasmo por la falta de deseo, no toméis esto como la meta a conseguir. Volver poco a poco a restablecer vuestras relaciones, con preliminares, juegos, masajes... para volver a disfrutar del sexo poco a poco. El orgasmo llegará solo.