Las secuelas de la peor lesión de la historia del fútbol
El exfutbolista David Bust nos muestra 20 años después las desagradables secuelas de la peor lesión en la historia del fútbol.
Abril de 1996. Partido de la Premier League entre el Coventry City y el Manchester United. Nada más iniciarse el encuentro, David Busst protagonizaría una de las escenas más escalofriantes de la historia del fútbol: Tras el saque de un corner con un balón dividido, el futbolista inglés recibía una doble entrada de dos jugadores del United que le provocaba una doble fractura de tobillo, fratura de tibia, y rotura del peroné. Con su pierna destrozada, la sangre brotaba a borbotenes sobre el césped ante los gestos de horror del resto de jugadores con las manos sobre la cabeza. Una terrorífica estampa, en la que una de las imágenes que quedó para el recuerdo fue la del portero del United, Peter Schmeichel, huyendo del lugar de la tragedia con los guantes cubriendo su cara para, posteriormente, vomitar sobre el césped por el impacto de lo que había presenciado. Su estómago no lo pudo soportar.
Una terrórífica lesión que apartaría al jugador inglés del fútbol para siempre y le dejaría unas secuelas terribles, tal y como podremos comprobar a continuación, ya que casi 20 años después, el jugador ha subido un vídeo en su perfil en redes sociales mostrando una colección de marcas y deformidades que harían palidecer incluso al mismísimo Robert Shaw en la escena de Tiburón en la que los protagonistas comparan sus cicatrices.
Malas noticias para vosotros, rudos cazatiburones: David Busst os da una verdadera paliza. Alucinad con las terroríficas secuelas de la peor lesión de la historia del fútbol...
