Las 3 razones por las que Messi es mejor que Cristiano
¿Todavía crees que Cristiano es el mejor jugador del mundo? Aquí llevas las 3 razones por las que Messi es mejor que Cristiano.
Messi es el mejor jugador del mundo. Sin discusión. Y también de la historia. Y quien piense lo contrario vive en la casa de gominola de la calle de la piruleta, que diría Homer Simpson.
1. El argentino le dio ayer al Barcelona la Liga gracias al gol que marcó ante el Atlético de Madrid en el Calderón. Pero no descarga la metralleta, que aun queda por delante la final de la Copa del Rey ante el Athletic y la de la Champions contra la Juventus.
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¿Y Cristiano? Sí, ayer metió tres goles. Un hatrick que sólo le vale a él para lograr sus objetivos personales, el Pichichi. Porque lo que viene siendo al Real Madrid le resbala. El club necesitó al portugués contra el Atlético en la Copa del Rey. Y contra la Juve en las semis de la Champions. Ah, y contra el Valencia en un partido que les mantenía vivos en la Liga. Pero no, ahí no hubo Cristiano.
2. El luso comenzó la temporada de forma magistral y convenció a todos que era mejor que ese pequeño argentino azulgrana. Su potencia, su carisma y sus goles le hacían merecedor indiscutible del Balón de Oro. Lo ganó, claro. Y desde su grito en la gala de entrega de premios ("¡uuuhhhhhh!") se disolvió como un azucarillo en la leche (fecha que coincidió con el plantón que le dio irina Shayk, su novia los últimos años). Dejó al Madrid vendido, con el culo al aire en la fase clave del año.
3. La caída de Ronaldo coincidió con el renacimiento de Messi, desaparecido durante los primeros meses del curso. Cuando el Barça estaba en pleno cuestionamiento y Luis Enrique en la cuerda floja, el argentino resurgió de sus cenizas como el Ave Fénix, más habilidoso que nunca. Y entre finta y finta se merendó al Bayern de Múnich, al Atlético y a cualquiera que se le pusiera por delante. Y aun le queda cuerda para las dos finales que tiene por delante. Esas mismas en las que Cristiano todavía no ha demostrado nada, donde ni está... y ya casi ni se le espera.
