Las 10 adicciones más raras del mundo (1ª parte)

¿EN SERIO?

extraña adiccion

Comenzamos un especial en dos partes sobre las 10 adicciones más raras del mundo. No lo podrás creer.

Hubo un tiempo en el que estábamos especialmente enganchados a un docudrama inglés que emitían en TV llamado "Mi extraña adicción" en la que había más personajes por metro cuadrado que en el más bizarro y extraño museo del sexo. ¿Os apetece rememorar alguno de sus casos más peculiares? Para sorprenderte, asquearte, reírte o, simplemente, para comprobar lo tarado extravagante que puede llegar a ser el ser humanos. Comenzamos nuestro especial sobre las 10 adicciones más raras de la historia.

  1. Comer papel higiénico: ¿Por qué no? Aunque espero que se lo comiese sin haberse limpiado antes, claro. Kesha, como la cantante pero sin el símbolo del dólar en su nombre, es una mujer de casi 40 años tiene esta enfermedad desde que era pequeña y le cuesta mucho esfuerzo evitarlo.
  2. Enamorada de su secador de pelo: ¿no hay hombres que se enamoran de su coche? Pues esta chica estaba enamorada de su secador. Solo consigue tener calma espiritual cuando escucha el sonido del secador, llegando a acostarse con él y quemarse con el aire. En la cara, malpensados.
  3. A ella le gusta la gasolina: Shannon bebe hasta 12 cucharadas al dia de gasolina. Que al principio le gusta, pero que al rato como que le quema un poco la garganta. No sé, que pruebe con miel, que es mejor, ¿No?
  4. ¡Como me pones, muñeco! Bajo este estúpido título se esconde una manía de lo más peculiar. April Brucker es una ventrílocua que necesita tanto a sus muñecos que hasta duerme con ellos.
  5. Comer gomaespuma. Concretamente, la que rellena las almohadas. Adele es capaz de comerse una almohada al dia. Según ella misma afirma, ha llegado a comerse una cartera. Esperemos que sin dinero dentro.

No te pierdas el próximo especial de las 10 adicciones más raras del mundo. No podrás creer lo que lees.

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