Este hombre lleva casi dos años intentando dar la vuelta al mundo en su barca
Este hombre lleva desde 2013 intentando dar la vuelta al mundo en una barca con la que no llegarías ni a Ibiza.
Dar la vuelta al mundo ya no es una hazaña, sino el viaje ideal para muchos aventureros. El avión nos ha facilitado la vida y ya no hay que sentirse Phileas Fogg para ponerse en marcha. Pero hay quien pasa de las comodidades y prefiere dejarse llevar por otras sensaciones: la superación personal y hacerse un hueco, aunque sea pequeñito, en la historia. Es el caso de Yvan Bourgnon.
Dar la vuelta al mundo en un barco de vela es una hazaña de enormes dimensiones, pero Bourgnon ha ido un paso (o varios) más allá. La navegación llevada al extremo. Quiere recorrerse el planeta a bordo de una embarcación no habitable, sin cabina, GPS ni otros elementos técnicos, excepto un piloto automático que le permite descansar. Para orientarse, tiene las estrellas. Y para protegerse de las tormentas y la furia del océano... hace lo que puede.
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Este hombre lleva 20 años comiendo ladrillos
El viaje de Bourgnon comenzó el 5 de octubre de 2013. Partió desde Les Sables d'Olonne, en Francia, con 50.000 kilómetros de ancho mar por delante. Y todo a bordo de un catamarán de 6,2 metros de eslora. Casi dos años después, y tras superar innumerables contratiempos (como volcar, lo que le ha ocurrido dos veces), el navegante lleva ya tres cuartas partes del recorrido.
Ha cruzado el Atlántico, el canal de Panamá y Pacífico. Pero los peores momentos los pasó en el Índico, donde a punto estuvo de perder la vida tras chocar contra unas rocas. Su embarcación acabó destrozada, pero, en vez de rendirse, Bourgnon la reconstruyó (tardó más de seis meses) y sigue en marcha. Por delante sólo le quedan el Canal de Suez y el Mediterráneo.