Equilibrios al borde del precipicio
Si ponerse de pie en la roca encajada de Kjeragbolten, en Noruega, es una actividad sólo apta para los más valientes, hacerlo equilibrándose boca abajo sobre una silla que no se sabe bien cómo está sujeta es una temeridad digna del Libro Guiness de los Récords. En esa categoría, Eskil Ronninghbakken, con sus equilibrios al borde del precipicio, es el monarca indiscutible.
Este equilibrista se ha recorrido media Noruega haciendo monerías. Fiordos, lagos helados e incluso el cielo han sido los escenarios que ha elegido para montar en monociclo o en bici cabeza abajo, y para estabilizarse sobre una escalera sin ningún tipo de apoyo más que las patas.
De ese arte nos llegan estas preciosas e impactantes fotografías, que combinan la belleza de los paisajes noruegos con la audacia de un artista de los equilibrios.
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Eskil Ronninghbakken define estos trabajos como "el equilibrio entre la vida y la muerte". Y no es para menos viendo la altura de los precipicios sobre los que hace sus cabriolas.