El derbi de Tel Aviv se suspende en medio de una batalla campal
"La noche más oscura del fútbol en Israel". Así definen los periodicos del país la vergonzosa batalla campal que se desató durante el partido entre el Hapoel y el Maccabi.
El derbi de Tel Aviv se suspende en medio de una batalla campal. Todo empezó cuando el jugador del Maccabi Eran Zahavi empató el partido desde el punto de penalti y lo celebró con un gesto desafiante hacia la que fuera su afición. Entonces un seguidor saltó al césped para agredirle y el futbolista, en lugar de calmar los ánimos, se le encaró. Así empezó el lío. Zahavi fue expulsado con su conducta, pero seguía furioso y pidió a sus compañeros que abandonaron el terreno de juego del abarrotado estadio Bloomfield como protesta. No lo hicieron, y el partido se reanundó, aunque por poco tiempo.
Zahavi fue escoltado a los vestuarios mientras la grada no dejaba de tirarle objetos. Fue cuando un grupo de aficionados de Maccabi se colaron en el césped para protestar por la expulsión. Corría el minuto 43 de partido y la situación se había desmadrado. Ante la incapacidad de las fuerzas de seguridad de restablecer el orden, los capitanes y el árbitro decidieron suspender el partido.