Carreras de cortacésped: El deporte de motor que arrasa en Inglaterra
Este fin de semana, en la madrugada del 8 al 9 de Agosto, los habitantes de West Sussex, una pequeña localidad al sur de Inglaterra al fin han tenido su prueba reina del motor, lo que llevaban esperando durante todo el año como cada temporada: La prueba final del campeonato británico de carreras de cortacésped.
No te rías, es verdad. De hecho, la prueba ha alcanzado tanta fama que poco a poco se va posicionando como la versión británica de Le Mans, aunque no dura 24 horas, sino 12, en una prueba de lo más dura en la que los pilotos participan durante toda la noche, tal y como señala el comisario de carrera Peter Longley: "Creo que el 12 horas es tan especial porque es una carrera nocturna, lo cual la hece difícil".
Suponemos que a estas alturas te estarás preguntando lo obvio: ¿Dónde y cómo nació esta locura?
La respuesta, es quizás lo más bonito y romántico de la competición, ya que su embrión es el mismo que el de tantas y tantas ideas y sueños que suelen caer en sacos rotos: La idea nació en un Pub en 1973, entre amigos y cervezas, con muchas ganas de cambiar el mundo y poder competir en carreras de motor baratas y sin los prohibitivos precios de las licencias de otras competiciones como la F1, sólo al alcance de la flor y nata de la sociedad.
"¿A que no hay huevos a organizar una carrera con máquinas para cortar el cesped?" Los hubo, y lejos de quedar en palabraría de bar, el resultado ha sido todo un éxito con 42 años de competición a sus espaldas, un gran éxito de público y cobertura mediática, y su propia federación, la British Lawn Mower Racing Association.
Así que con una federación, sponsors y una preparación propia de las pruebas más exigentes, este deporte no es ninguna frikada, tal y como explica el aficionado Colin Fox: "Hay una gran cantidad de habilidades, una gran cantidad de preparación, y mucha estrategia para que cada equipo gane la carrera turnando a sus 3 pilotos".
Paradas en boxes, mecánicos corriendo por la pista, accidentes de lo más aparatosos... Con unos niveles de exigencia propios de la Fórmula 1, las carreras de cortacésped siguen ganando adeptos y se han convertido en un todo un fenómeno en Inglaterra y en EEUU, donde también tienen sus propias competiciones.
No es de extrañar, las pruebas son de lo más divertidas a pesar de que las modificaciones para preparar las cortadoras de césped para la competición son mínimas, ya que conservan el motor original, lo que no impide que las máquinas alcancen los 100kmh. Básicamente, basta con eliminar las cuchillas por motivos de seguridad, una buena mano de pintura, y listos para competir en las carreras de cortacésped, el deporte de motor que arrasa en Inglaterra.